Las sospechas se ciernen sobre estos animales callejeros que deambulan tanto por el patio como en las aulas
La condena de las pulgas que afecta al colegio Ciudad de Ceuta desde el comienzo del curso parece llegar a su fin, o así lo transmitió ayer a la comunidad educativa el representante de la Ciudad en el Consejo Escolar. Como medidas inmediatas se vallará el perímetro del colegio para evitar la entrada de gatos callejeros y se dispondrán carteles de información ciudadana en los que se advertirá de la prohibición de alimentar a estos animales en los alrededores del centro.
La Dirección del colegio ha expresado su desesperación antes esta problemática que los lleva persiguiendo desde el pasado septiembre. Expresan que la única medida adoptada fue la desinfección del centro y que llevó la tranquilidad desde finales de noviembre hasta las vacaciones de Navidad. “Cuando regresamos en enero nos encontramos con el mismo problema”, aseguran.
Los partes a las autoridades competentes sobre el problema han sido constantes durante todo el curso, pero la búsqueda de otra solución no ha llegado hasta que se han desencadenado nuevos casos. “Tenemos constancia de dos niños que han traído parte médico al centro, pero los padres aseguran que hay más”, declaran.
Sin embargo, desde la Consejería de Educación han lamentado el “comportamiento incívico” de los vecinos que viven cerca del colegio 'Ciudad de Ceuta' porque “siguen dando de comer a los gatos, provocan que incluso críen dentro del colegio”, lo que está causando la plaga de pulgas que sufren los alumnos.
Quejas de los familiares del centro
El sector de los familiares es el que ante la falta de medidas ha decidido tomar cartas en el asunto. “Tenemos constancia de que hay un grupo bastante activo que está alentando al resto de padres para que no lleven a sus hijos al centro”, expresa la Dirección. Ya fuese por el temporal o por la coyuntura que atraviesa el colegio pero ayer tan solo 6 ó 7 niños asistieron por aula.
Según informan desde el centro y el sector de familiares, las sospechas se dirigen a los gatos callejeros que deambulan a diario tanto por el patio del centro como por el interior de los edificios. De hecho apuntan desde la Dirección que la situación se ha agravado con la presencia de excrementos.
“Es una situación que se genera todos los días, los niños están jugando en un patio donde hay excrementos y contra ello la única medida que está en nuestras manos es impedir que salgan al recreo”, exponen desde la Dirección, donde esperan que las actuaciones sean inmediatas y aprovechan para hacer un llamamiento a los vecinos de la zona, a quienes les insisten que no dejen comida en los alrededores del centro.
¿CUANDO ESE VALLADO PARA SEPTIEMBRE?