Finalizadas las elecciones del 23J, con una victoria muy ajustada del PP, Ceuta incluida, derecha e izquierda iniciaron este lunes sus primeros contactos para tratar de formar gobierno. Los populares ya atan apoyos de grupos regionalistas minoritarios (Coalicción Canaria y UPN), pero deberán conjugar a Vox y PNV para llegar a la Moncloa.
Alberto Nuñez Feijóo, candidato popular a las elecciones, indicó ante la Junta Directiva Nacional del Partido, este lunes, que ya ha comenzado los contactos para tratar de articular una compleja investidura.
Reconoció haber hablado con el PSOE, con el que asegura volverá a conversar una vez se cuente el voto de los residentes extranjeros, que podría hacer bailar algún escaño, e incluso podría ser decisivo para decantar la balanza hacia uno de los lados o dibujar un panorama aún más ingobernable.
El líder del PP aseguró contar ya con el apoyo de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y haber "encaminado" el de Coalicción Canaria. Los navarros han confirmado este extremo poco después del discurso de Feijoo: "Nosotros vamos a votarle, él sabrá con quién llega a acuerdos o no", subrayó el presidente de la formación, Javier Esparza, preocupado por una posible alianza de izquierdas que incluya a Bildu.
Es precisamente la posibilidad de que el PP se vea forzado a un gobierno de coalición con Vox y no en minoría, como pretenden inicialmente en la calle Genova, lo que podría suponer un freno a las negociaciones con Coalición Canaria y PNV.
Los líderes de ambos grupos regionalistas se mostraron contrarios a esta posibilidad antes de los comicios. Mientras los isleños indicaron que no apoyarían "ningún gobierno con partidos de los extremos"; el PNV tachó de "irresponsabilidad" permitir el acceso de Vox a las instituciones y fue muy crítico con los de Santiago Abascal.
Más fácil de quebrar parece la palabra de Coalicción Canaria y, por tanto, la abstención de los ultraderechistas podría ser la llave para convencer al PNV de apoyar o al menos no votar en contra en una hipotética candidatura de Feijóo.
Eso sí, el PP se vería obligado a gobernar con una minoría notable, debiendo seducir a formaciones de sensibilidades contrapuestas para sacar adelante iniciativas en la Cámara Baja.
Sumar, agitado, se mueve; el PSOE a la expectativa
El PP, según señaló Feijóo, pretende "formar un gobierno en las próximas semanas". Seguramente influenciado también por el aliento de Isabel Díaz Ayuso en la nuca del gallego, sonando como relevo ante una posible repetición electoral. Mientras, la izquierda se mantiene cautelosa a la espera de movimientos.
La convulsión ha vuelto al seno de Sumar en la mañana de este lunes, cuando la líder de Podemos, Ione Belarra, ha culpado de los pobres resultados del nuevo partido "a la pobre defensa del feminismo hecha sacando del primer plano a Irene Montero y silenciando a Podemos". Además, ha pedido autocrítica a los de Yolanda Díaz.
La respuesta ha tardado poco y no ha sido otra que activar los movimientos para tratar de reeditar el gobierno progresista con el PSOE de Pedro Sánchez. Sumar ha designado a Jaume Asens, ex diputado de los comunes, como encargado de negociar con Esquerra y Junts.
"Creemos que con su conocimiento de la realidad política catalana, así como su buena relación con muchos de los espacios llamados a entenderse, será más fácil llegar a un acuerdo", ha explicado Sumar a través de un comunicado para apoyar esta decisión.
Las opciones de un gobierno de izquierdas son mínimas. Sánchez y Díaz necesitan el apoyo de 23 diputados (podrían ser alguno más o menos en función del voto extranjero) para conseguir la investidura. Los cinco del PNV y el del BNG podrían ser un punto de partida, e incluso los seis de EH Bildu podrían ser accesibles, salvo que los abertzales copien la exigencia catalana de un referéndum sobre la independencia de la región.
Es precisamente esta reivindicación de Esquerra y Junts --los de Puigdemont piden también la amnistía de los presos del 'Procés'-- la que aleja la posibilidad de que Sánchez sea investido como presidente.
Con todo, en su intervención este lunes ante la cúpula del partido, el líder socialista hizo un llamamiento al sosiego y al entendimiento, manteniéndose optimista respecto a una entente en términos razonables.
Los intentos de ambos bandos por llegar a la presidencia parecen lejos de fructificar y el escenario más probable, un día después de los comicios, es el de la repetición electoral.
Será difícil que gobiernen los etarras con vox y más siendo el pp lo mismo que el psoe. El galleguiño dio rienda suelta al socialcomunismo gracias al voto útil del miedo.
Vaya careto siniestro tiene la colega,espero que no consigan gobernar ( mal de ojos)
Es lo que habéis sembrado y si tenemos un gobierno que les hace falta el cambio vosotros vais destruyendo a los simpatizantes de izquierdas que no tenemos más solución que no votar a un gobierno que no nos lleve más al precipicio y el despilfarro económico podríais haber salido con más votos pero esas discrepancias con los del partido vox y gobernar solo se acabó hace muchos años, es un resultado por no hacer las cosas como deberían ser asín que ahora a ver quién nos saca de estos 4 años más de PSOE porque pactarán con el diablo si es posible para seguir gobernando.