Con esta desescalada que estamos viviendo tras el obligado confinamiento por la pandemia mundial del COVID-19, al salir a los amplios espacios de las calles antes desocupadas es posible que comencemos a notar sensibilidad en nuestros ojos y empecemos a reflexionar sobre las muchas horas que hemos pasado ante una pantalla. En estos dos meses todos hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias. Muchos teletrabajando sin más remedio; los niños recibiendo clases por videoconferencia y haciendo trabajos en el ordenador; con los móviles haciendo videollamadas con nuestra familia y amigos; viendo series en la tablet para desconectar o jugando a la consola. Todos estos posibles “excesos” podrían hacer mella en nuestra salud ocular. En todo caso, al volver a la normalidad o mejor dicho, a la “nueva” normalidad, el vocal de la Sociedad Española de Oftalmología para Ceuta y Melilla, Juan Francisco Medín Catoira, considera que quizás todos deberíamos realizarnos una revisión visual y retomar los buenos hábitos.
Niños y adolescentes
Así, recomienda que en la medida de lo posible los niños reduzcan el uso de pantallas y móviles, busquen espacios abiertos en las salidas programadas y, “a ser posible, se retomen actividades y juegos no asociados a pantallas y a forzar la vista en distancias cortas”. Es muy importante que niños y jóvenes busquen “buenas posturas de trabajo”, a una distancia apropiada y con una buena iluminación. En este punto, el oftalmólogo ceutí hizo hincapié en la importancia de ser conscientes del incremento de la miopía en la población infantil y escolar, que “ya ha dado como resultado que entre los 18 y los 34 años aproximadamente la mitad de la población ya son miopes, afectando más a mujeres (57,7%) que a hombres (48,7%)”. Esto, según explicó, ha hecho que países como China “con una elevada incidencia de la miopía en la población escolar” hayan adoptado “medidas de prevención en las escuelas reduciendo los elementos informáticos y colocando arcos en los pupitres que impiden las posiciones de trabajo excesivamente cercanas”. Sin embargo, esto no es nada nuevo. “Estas medidas que podríamos calificar como radicales figuraban en los libros de higiene visual de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX”, explicó Medín Catoira. En la edad escolar se deben buscar buenas posturas al sentarse, que permitan una distancia adecuada para la lectura y escritura, con buena iluminación y “a ser posible natural”. Y ya que es inevitable el uso de material informático, respetar las distancias a la pantalla y establecer pausas adecuadas en el trabajo que permitan la relajación de la vista y del enfoque. Es evidente que nuestra sociedad y forma de trabajo han cambiado, que la informática y las pantallas visuales forman parte de nuestra vida diaria, pero debemos ser capaces de adoptar unas buenas costumbres “al objeto de evitar la fatiga visual y los trastornos de enfoque” que “comienzan a ser tan relevantes” dentro de las patologías visuales y las consultas diarias a los especialistas. “En la consulta diaria no es infrecuente encontrar niños de pocos años con trastornos de equilibro oculomotor provocado por esfuerzos generalmente por el uso de móviles para jugar o ver películas y dibujos animados, así como también pacientes en edad escolar que, a pesar de ser hipermétropes, se comportan como falsos miopes llegando a presentar cefaleas por el esfuerzo realizado”, prosiguió el especialista.
Adultos
Igualmente, en trabajadores que hacen un uso prolongado de pantallas “se presentan molestias de sequedad, picores, deslumbramiento, trastornos de enfoque, visión borrosa transitoria y cefalea frontal”. Molestias que suelen englobarse dentro de ese “cajón de sastre” denominado “síndrome de la pantalla visual”, que puede dar lugar a problemas en el 50 por ciento de los adultos. Por ello, para el oftalmólogo, es necesario que “ante toda tecnología en la que la vista se vea implicada, se adopten las medidas de protección y prevención en base a las distancias, iluminación y tiempo de uso de las mismas”. “De modo general se debería rechazar el uso generalizado de móviles, tablets y pantallas a tempranas edades, favoreciendo los juegos y los juguetes clásicos que sean capaces de estimular la agudeza visual y cromática sin que den lugar a riesgo de afectar el delicado equilibrio neuromuscular del niño”, destacó. En el trabajo adulto se debe buscar un entorno de trabajo que evite el deslumbramiento, los reflejos sobre la pantalla y mantengan una humedad ambiental adecuada fuera de la corriente de aire acondicionado y ventiladores, ya que “muchas de las molestias están relacionadas con estas corrientes de aire y la disminución del parpadeo frente a la pantalla que inevitablemente conducen a los síntomas de sequedad ocular y ojo seco”.
Recomendaciones
vocal de la Sociedad Española de Oftalmología para Ceuta y Melilla, Juan Francisco Medín Catoira Para todos, el vocal de la Sociedad Española de Oftalmología para Ceuta y Melilla recomienda mantener las distancias en el uso de móviles (30 cm.), tablet (40 cm.), ordenador portátil (50 cm.) y monitor del ordenador (60 cm.). Asimismo, el oftalmólogo aconseja regular el brillo del dispositivo, evitando el deslumbramiento y, si es posible, reducir la luz azul mediante los ajustes. Para descansar la vista, Juan Francisco Medín Catoira sugiere utilizar la regla 20/20/6, es decir, cada 20 minutos frente a una pantalla, descansar 20 segundos mirando al horizonte o a un objeto que esté a una distancia aproximada de seis metros. Evitar el uso de lentillas frente a la pantalla, que reducen la lágrima disponible, también es otra de las recomendaciones que lanza y, si esto no fuera posible, “colocar un pequeño humidificador en la zona de trabajo”. Finalmente el especialista lanzó una reflexión. “Deberíamos preguntarnos si lo hemos hecho bien durante este forzado confinamiento, si hemos cuidado ese sentido tan especial que es nuestra visión y si estamos dispuestos a corregir nuestros hábitos durante esta desescalada visual en la que también nos vemos inmersos”, concluyó.