Otro día más en el calendario.
Otro día más de confinamiento y ya son 35. Estamos atrapados en un particular círculo vicioso que de momento no tiene salida, nadie se atreve a poner el punto y final a este estado de alarma que, de momento, nos dicen que se extenderá hasta mediados de mayo. El virus ha parado el mundo y también ha hecho de las suyas en Ceuta. Este sábado las cámaras de FaroTV recorren las barriadas de Benítez, Parques de Ceuta, Miramar… Menos controles de las fuerzas de seguridad en las calles, en un día en el que se ve a más personas aprovechando para hacer sus compras. Las medidas de seguridad se guardan de mejor o peor forma a las puertas de los distintos establecimientos.
El reparto de mascarillas y las advertencias para intentar extender su uso no calan de igual manera entre todos.
La población se intenta adaptar a una realidad que cuesta entender porque nadie sabe a ciencia cierta cómo luchar contra esta pandemia. Lo único que se sabe es que quedándose en casa se ganan puntos. En pleno estado de alarma también queda espacio para los accidentes que se llevan por delante esos elementos que formaban parte de nuestra pequeña historia local. Ha pasado en Benítez, en donde el reloj solar que se ha convertido en una referencia en la zona ha quedado destrozado por un accidente de tráfico. Sus restos son fiel reflejo de algo que ya no está. Este reloj llevaba arreglado desde hace un par de años. Ahora le tocará esperar su hora para ser arreglado, ya que no se considera "prioritario".
Los servicios de limpieza siguen con sus labores por distintos barrios, buscando desinfectar todas las zonas posibles. Miramar ha sido una de las barriadas elegidas para estas actuaciones, se trata de hacer lo posible para ayudar a matar el virus o al menos evitar que se haga fuerte si le da por aparecer en determinadas zonas.
Los días continúan en este particular calendario en el que todos sabemos qué tenemos que hacer pero desconocemos qué sucederá después, que nuevos modos de vida se impondrán y cuánto tendremos que cambiar para que, al menos, se pueda seguir simplemente una rutina. Tampoco ya se pide tanto.