El pasado 9 de agosto, la Guardia Civil detenía en el puerto de Ceuta a un marroquí de 43 años cuando intentaba embarcar con destino a la Península conduciendo un vehículo cargado de hachís. Nada menos que 149 kilos.
Ahora, el Juzgado de lo Penal número 1 le ha condenado a 4 años y 1 mes de prisión por incurrir en un delito contra la salud pública. Además, tal y como se concretó en la sentencia dictada in voce, se impone una multa de 287.240 euros con 3 día de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago.
El acusado, que está en prisión preventiva en Mendizábal desde aquella noche, aceptó la condena reconociendo ser el autor del delito. Le había sorprendido in fraganti la Benemérita con toda la droga repartida en el vehículo de su propiedad modelo Renault Scenic.
Un vehículo patera para la droga
Los 415 bloques de hachís estaban escondidos en los huecos naturales del vehículo, salpicadero y depósito de combustible. El ahora condenado, con permiso de trabajo y residencia en España, quedará privado de libertad tras haber intentado burlar los controles antidroga establecidos por el Instituto Armado.
Se había convertido en el conductor de un auténtico vehículo patera preparado para ocultar droga, hasta el punto de que los agentes no pararon de sacar los bloques alcanzando uno de los decomisos más elevados de los detectados este pasado verano.
Las vigilancias efectuadas por la Benemérita en el puerto se llevan a cabo sobre los coches y furgonetas que embarcan en dirección a Algeciras, una línea explotada por quienes quieren hacer negocio con el tráfico de estupefacientes.
Los conductores de esos vehículos son usados como pasadores, eslabones necesarios en el negocio de la droga para conducir esa mercancía al otro lado del Estrecho y favorecer su entrega y distribución en el mercado europeo.