Una ciudadana francesa reaccionó violentamente al intentar cruzar por un paso no autorizado
Un año de prisión, que ha sido sustituido por 24 meses de responsabilidad civil subsidiaria, y 300 euros de multa es la pena impuesta por la magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 a la ciudadana de nacionalidad francesa M.A.M. por un delito de atentado contra varios agentes de la Policía Nacional en la frontera del Tarajal, el pasado 29 de septiembre de 2017.
La acusada, que reside en Marruecos, intentó acceder a territorio nacional por un lugar no habilitado para el paso de peatones, por lo que los agentes le solicitaron la documentación, indicándole el lugar por el que debía cruzar. Ante ello, M.A.M. reaccionó de manera violenta y agresiva, increpándoles y negándose a cumplir las indicaciones policiales.
En un momento determinado, la acusada huyó corriendo para intentar pasar la frontera, por lo que un agente la persiguió y detuvo, momento en que M.A.M. le propinó dos fuertes golpes en el pecho.
Fue trasladada a una oficina en la zona, donde volvió a adoptar una actitud violenta con otro agente que intentó calmarla, llegando a propinarle dos manotazos.
Posteriormente, y con carácter previo a ser trasladada a la Comisaría, el agente al que ya había golpeado en el pecho procedió a cambiarle los grilletes, instante en que la acusada aprovechó para darle un fuerte puñetazo en el estómago.
En la sentencia, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso El Faro, se justifica la aplicación de la pena a M.A.M. en cuanto las declaraciones de los testigos fueron coherentes, uniformes y complementarias, además de estar corroboradas parcialmente por la propia acusada.
Una vez fue detenida y trasladada a la oficina del paso fronterizo, la acusada hizo ademán de meter la mano en su bolso, por lo que se lo reclamaron y quitaron para comprobar que tenían un punzón.
El enfrentamiento con los agentes encuentra su apoyo en la propia declaración de la acusada, quien reconoció el altercado originado en la frontera cuando pretendía entrar en territorio español por un lugar distinto al habilitado e incluso admitió que se negó a que le registrasen el bolso. No obstante, negó que en el transcurso de la trifulca agrediese o insultase a los agentes.
Además, su actitud durante el juicio, “altiva, hostil e irrespetuosa hacia los miembros del Tribunal”, según continúa la sentencia, en la que incluso fue apercibida de ser expulsada e incurrir en un delito de desobediencia, “incrementa el acervo probatorio por cuanto permite presumir el cariz que revistieron los hechos”.
La magistrada ha impuesto una pena superior al mínimo legal en base al lugar donde ocurrieron los hechos, la frontera del Tarajal, al ser un lugar donde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desempeñan un difícil papel en el control de los flujos de entrada y salida.