El Juzgado de lo Penal condenó en la mañana de este jueves a J.M.R. y a M.A.H. a tres meses de prisión por un delito de estafa que se remonta a 2010. En septiembre de ese año, tal y como se relata en el escrito de acusación, M.N.G.A. suscribió un contrato de compraventa de un garaje ubicado en la calle Real, así como J.M.A.M., quien también compró otra plaza de garaje en el mismo edificio en junio de 2011. Ambos contratos fueron suscritos por los ahora acusados, bajo una sociedad mercantil de la que eran administradores mancomunados.
Según detalla la Fiscalía en sus conclusiones, los ya condenados suscribieron el citado contrato de compraventa con ánimo de obtener un ilícito beneficio e inducir a error a los compradores sobre las cantidades aportadas, de 24.000 euros por cada plaza de garaje.
Con la firma del contrato no se aportaban garantía alguna a los compradores de la cantidad entregada, con la intención de disponer libremente del dinero. Cumplida la fecha estipulada para la entrega de las plazas de garaje adquiridas, los acusados no cumplieron con su parte, estando obligados a devolver el dinero a los compradores, cosa que no hicieron, incurriendo en un delito de estafa.
Por esta acusación se sentaron en el banquillo, reconociendo los hechos y conformándose con una pena de prisión de tres meses, después de aplicarle el atenuante de reparación del daño, ya que horas antes de que se celebrara esta vista oral se les devolvió el dinero a los denunciantes. La defensa se interesó que se sustituyera la pena de prisión por seis meses de multa, lo cual se determinará en la ejecución de la sentencia. Además, están obligados, en un plazo de tres meses, a escriturar ambos garajes y de no ser así, pagar otros 48.000 euros.