El Juzgado de Menores ha condenado a los dos adolescentes que fueron detenidos por la Policía Nacional en el transcurso de las investigaciones desarrolladas para esclarecer el crimen de Abdeselam Ahagan, perpetrado el 15 de noviembre de 2021 en la barriada del Príncipe, en Ceuta. El juicio se ha celebrado en distintas sesiones durante dos semanas y ahora se ha dictado sentencia, a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro de Ceuta.
Uno de los dos menores ha sido condenado por delito de asesinato y otro continuado de amenazas no condicionales, además de un delito de amenazas a la población y otro de tenencia ilícita de armas. Se impone en este caso, ajustándose a la normativa de aplicación en los casos de menores que tiene por objetivo su reintegración en la sociedad, una medida de internamiento en régimen cerrado durante un plazo de cinco años, que se complementará con otra de libertad vigilada por un plazo de tres años. En el caso del otro menor, se le condena como autor de un delito continuado de amenazas no condicionales, otro delito de amenazas a la población y uno de tenencia ilícita de armas, imponiéndose dos años de libertad vigilada bajo control del Área de Menores, atendiendo al programa individualizado de ejecución que se establece en estos casos.
Así, se ha considerado probado que los dos menores, ambos de 17 años, acudieron con la cara cubierta con pasamontañas a la barriada del Príncipe junto a un adulto que no ha sido todavía juzgado ya que deberá someterse al dictamen de un Tribunal de Jurado en el transcurso de una vista oral aún no señalada. Ese mayor de edad poseía una pistola modelo Glock en perfecto estado que compartía con los menores y con la que se efectuaron varios disparos al aire de manera indiscriminada, con los que solo perseguían atemorizar a la población del barrio.
En ese camino por el Príncipe, sembrando el pánico y generando miedo entre el vecindario, dirigieron sus pasos hacia la zona del zoco, en donde había concentrada gran cantidad de personas.
Tal y como se considera probado y así se recoge en sentencia, el adulto disparó hasta en tres ocasiones contra las paredes de un local, sembrando el miedo entre las personas que allí estaban. Inmediatamente después, se dirigieron al cafetín Metzuani, ubicado en la calle Maestra María Jaén, donde el acompañante de los menores, “también de común y previo acuerdo con los mismos, en ejecución del plan preconcebido, tras apuntar con sus armas al propietario y a los clientes del local, disparó a la pared del fondo que resultó dañada”.
El adulto siguió con la escalada de auténtica locura efectuando disparos y hasta en una tercera ocasión volvió a descargar el arma para causar el miedo ante los presentes. Tras estos episodios llegaría el fatal desenlace, el que terminó con la vida de ‘Abslam’ el churrero, como todos le conocían en el barrio. Un vecino trabajador y apreciado, de 39 años, que moría esa misma noche.
De acuerdo con lo que se considera probado tras las distintas sesiones de juicio oral, el adulto y solo uno de los adolescentes ahora condenado emprendieron ruta hacia la bocatería donde estaba trabajando ‘Abslam’, en donde, “con ánimo de causarle la muerte”, el adulto efectuó, “de forma súbita e inopinada y a través de un orificio existente en el entramado de alambre de la reja de la ventana de la cocina”, un disparo que terminó segando la vida de este apreciado vecino. Un vecino que no pudo esconderse ni protegerse y que recibió el impacto de ese disparo en la cabeza. Fallecería a los pocos minutos, al haberse visto afectadas zonas vitales a consecuencia del traumatismo craneoencefálico sufrido.
Solo en el caso de uno de los dos menores hay condena por delito de asesinato, tratándose del adolescente que acompañaba al adulto que fue quien presuntamente disparó provocando esta tragedia.
Tras este crimen la Policía Nacional se centró específicamente en el esclarecimiento de los hechos y en dar con los posibles implicados, buscando a testigos que pudieran aportar datos. Fue así como se activó un operativo sin punto y final, con jornadas intensivas por la barriada e inmediaciones hasta llevarse a cabo las primeras detenciones.
De momento se ha dictado sentencia condenatoria respecto de los menores, quedando por celebrarse la vista oral en la que figura como acusado el adulto, que permanece en prisión preventiva desde su detención hasta que la Audiencia Provincial lo cite.
"Los hechos se produjeron el 15 de noviembre de 2021, en la barriada del Príncipe y, en concreto, en el local hamburguesería churrería ubicada en el zoco"
Ramia Mohamed, viuda de ‘Abslam’, solicitó justicia en una entrevista mantenida con El Faro de Ceuta, así como la aplicación de todo el peso de la ley sobre los implicados, de una u otra manera, en esta acción delictiva.
“Por lo menos espero que la muerte de ‘Abslam’ sirva para algo y para que no se repitan más”, imploraba esta joven, que aquella jornada recibió la peor noticia de su vida y que siempre tuvo la esperanza de que su esposo pudiera superar las graves heridas.
El entierro de este vecino del barrio en el cementerio de Sidi Embarek fue uno de los más seguidos al ser no solo una persona conocida por todos sino muy apreciada por su carácter. Aquella bala, después de una noche de más disparos, terminó con su vida y con los sueños de toda su familia.
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