“Si bebes, no conduzcas”, reza la famosa advertencia publicitaria de la Dirección General de Tráfico, y con ser la sentencia absolutamente cierta, no por ello es menos importante el hecho de que para ponerse al volante también hay que evitar consumir otras sustancias, como todo tipo de drogas e incluso algún medicamento recetado debidamente por el médico.
En este sentido, cabe destacar que ayer un hombre fue condenado en la sala de lo Penal número Dos por incurrir en un delito contra la seguridad vial cuando conducía bajo los efectos de un sedante recetado, una pastilla de benzodiacepina.
De tal modo, el hombre deberá cumplir hasta 31 días de trabajo en beneficio de la comunidad así como la imposibilidad de conducir cualquier vehículo a motor en un período de un año.
Los hechos sucedieron a primera hora de la mañana, en concreto a las 7 horas y 45 minutos, del veinte de marzo de 2010 en la carretera del Serrallo cuando el condenado conducía su vehículo pero al estar sedado por la pastilla ingerida perdió el control del coche e invadió el carril contrario empotrándose contra un camión que en esos momentos bajaba hacia el centro.
Por fortuna, no hubo que lamentar desgracia personal alguna aunque por el episodio descrito el hombre fue condenado ayer.
Por último, cabe destacar, tal y como asegura la DGT en su portal, “la importancia de conducir siempre despierto y al menor indicio de sueño, parar a descansar”.