Un vecino de la ciudad de Ceuta, llamado M.N.Ch., fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 1 a 3 años de prisión, después de reconocer su autoría en un delito contra la salud pública en el que incurrió el pasado 23 de febrero.
Esa noche, cuando desembarcaba en el puerto de Ceuta procedente de Algeciras, la Policía llevó a cabo un registro en el interior de su vehículo, hallando gran cantidad de pastillas de Rivotril. Las llevaba ocultas en el depósito de la gasolina, en un total de 9.900, con un peso de 1.692 gramos. El acusado tenía previsto destinarlas a la venta a terceros por lo que había incurrido en un delito contra la salud pública. El valor de la droga intervenida asciende a 46.431 euros, cantidad que se corresponde con la multa que también le fue impuesta como parte de la condena privativa de libertad. En dicha condena se le aplicó una atenuante de colaboración con la justicia, lo que permitió que se le rebajara la pena. La figura jurídica de la conformidad evitó la celebración del juicio.
Con droga en el Centro Penitenciario de Mendizábal
De otra parte, también el Penal 1 condenó a la llamada M.J.T.G. a dos años de prisión, después de que fuera sorprendida con 695 gramos de hachís en un registro que se le practicó antes de entrar en prisión. La fémina, que es reincidente en este tipo de delitos, aceptó la pena de 2 años, ofreciéndosele un plazo para ingresar en la cárcel. La droga se le encontró en mayo de 2019, antes de entrar en la penitenciaría, en una cacheo que se le llevó a cabo previo al acceso a las dependencias por lo que no se considera que fuera tráfico.
La acusada aceptó la pena previo reconocimiento de los hechos encuadrados en un delito contra la salud pública.