El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado al llamado S.T.B.A. por un delito de estafa continuada.
El acusado reconoció los hechos y aceptó la pena de 3 meses de prisión, una multa de 3 meses con una cuota diaria de 2 euros, así como al pago de 9.242 euros en concepto de responsabilidad civil.
No entrará en prisión, ya que se le suspende la pena por un periodo dos años bajo una doble condición: no volver a delinquir y el pago de la multa. Además al acusado se le aplicó una atenuante muy cualificada de reparación del daño, ya que hizo el pago de 14.500 euros a la víctima.
Así ocurrieron los hechos
Prevaliéndose de la amistad y confianza trabada durante años con la afectada, una persona ya anciana (con 86 años a sus espaldas) y residente del Hospital de España en Tánger en el que el acusado trabaja como cuidador, a horas no determinadas del 23 de febrero de 2018 se dirigió en compañía de la perjudicada a la sucursal del Banco Santander ubicada en el paseo del Revellín.
Una vez en el banco y, tras engañarle sobre el destino de dicho dinero aprovechando su avanzada edad, la indujo a que realizara una transferencia por valor de 20.000 euros a una cuenta abierta a nombre de un menor de edad que terminó siendo hijo del acusado.
Asimismo, previo engaño y con el mismo ánimo de procurarse un beneficio patrimonial ilícito, la indujo a que realizara una disposición de efectivo de 20.000 euros, quedándose el acusado con esta cantidad de dinero.
La anciana no era consiente de las transferencias que el acusado realizaba
Posteriormente, en concreto el día 13 de marzo de 2018 se dirigió en compañía de la perjudicada al despacho profesional de un notario de la ciudad ubicado en la avenida alcalde Sánchez Prado.
La había engañado sobre la índole del negocio jurídico que iba a realizar y, sin comprender el alcance de sus actos debido a su avanzada edad, le hizo firmar un poder especial en favor del acusado que le autorizaba facultades para administrar y disponer de sus bienes.
A continuación, tras firmar el referido poder, el acusado y la perjudicada se dirigieron a la misma sucursal del Banco Santander con la intención de acometer nuevas ilegalidades.
En ese mismo lugar, y tras nuevamente engañarle sobre el destino del dinero aprovechando su avanzada edad, la indujo a que llevara a cabo una disposición de efectivo por valor de 3.000 euros, quedándose el acusado con esta cantidad de dinero.
Se te debería caer la cara de vergüenza aprovecharse de una persona mayor mendigo!!