El magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha condenado al llamado A.D.P. por un delito de amenazas a una pena de 8 meses de prisión, después de que esgrimiera un revólver de su propiedad a una persona que estaba haciéndole obras en su casa con las que no terminó de estar conforme. No tuvo otra que sacar su Smith&Wesson calibre 38 -que guardaba en el hogar y para cuyo uso tenía licencia al ser funcionario del Estado- para echarlo de la vivienda, provocando el temor en la víctima quien terminó denunciando estos hechos.
Tal y como se recoge en la sentencia a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso El Faro de Ceuta, la pena de 8 meses de cárcel queda en suspenso al carecer de antecedentes penales, durante un periodo de 2 años. A esta se añade una orden de prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima a menos de 200 metros durante un año y ocho meses. Asimismo se da orden de prohibición del derecho a la tenencia de armas durante ocho meses por lo que se notifica este extremo a la Intervención de Armas de la Guardia Civil.
Los hechos se produjeron en agosto de 2020, después de que el ahora condenado constatara varios defectos en la obra que estaba realizándole la víctima. Según esta, mientras estaba arreglando los desperfectos el llamado A.D.P. le colocó el revólver en la nuca para amenazarle, extremo que este negaría en el acto de juicio oral.
En sentencia el magistrado indica que “las dos versiones” sobre cómo se desarrollaron los hechos “aparecen envueltas en unas circunstancias concomitantes” y testimonios enfrentados a favor de una u otra versión, pero cobra peso como versión más creíble la de la víctima, considerando que sí se produjeron esas amenazas y sí se mostró el arma para llevarlas a cabo.
"Una ira que movió" al condenado a apuntar con el arma
Hay unas razones claras que llevan a dictar sentencia condenatoria: la clara existencia de “una ira que movió” a A.D.P. a apuntar con el arma a la víctima por la “gran decepción e impotencia vivida por los trabajos mal servidos en el arreglo de su casa” y el hecho de que la víctima supiera de la existencia de esa arma, cuando estaba guardada en la caja fuerte, algo que el acusado no supo explicar aportando una versión inverosímil. El arma existe, el acusado tiene licencia para su posesión, y estando guardada en una caja fuerte la víctima supo de ella incluyéndola así en el relato de hechos narrado. Todo esto evidencia que se usó en las amenazas.
Tenía seguro el trabajador?. Pagaba impuestos y cobraba con IVA..., Pues eso es la tónica general en esta perla, pirata.
Viva la guardia civil,que viva el rey el orden y la ley!!!!