Cuatro años y cinco meses de prisión. Esa es la condena que deberá cumplir el llamado J.P.G., de 30 años y nacido en Palma de Mallorca, después haber reconocido este lunes, ante la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta, ser el autor de un delito contra la salud pública después de que fuera detenido por la Guardia Civil con 119 kilos de hachís escondidos en el vehículo que conducía.
El acusado, que estaba en prisión preventiva desde el día en el que pretendió embarcar con la droga –el 14 de junio de este año-, fue sorprendido en uno de los controles que los agentes de la Compañía Fiscal del Instituto Armado realizan en el embarque, cuando pretendía cruzar a Algeciras. Su vehículo modelo Nissan-Juke fue registrado al detalle, encontrándose en su interior la droga, distribuida en paquetes. Esta escondida en el suelo del vehículo, el hueco del airbag y doble fondo del paragolpes trasero.
Sentencia condenatoria in voce
Este lunes, al ser preguntado si reconocía haber incurrido en la práctica de este delito, J.P.G. ha dicho que sí, aceptando una pena de 4 años y 5 meses, sentencia que ha sido dictada in voce. En la misma se ha tenido en cuenta como agravante la reincidencia en este tipo de delitos por parte del acusado.
La droga, valorada en 177.000 euros, fue trasladada al área de Sanidad para su posterior destrucción, abortándose un intento de pase de narcóticos entre Ceuta y la Península. Los próximos años este acusado permanecerá entre rejas, después de que su intento por traficar con el hachís fuera abortado durante las inspecciones que de manera habitual llevan a cabo los componentes adscritos a la Compañía Fiscal y Servicio Cinológico del Instituto Armado en la lucha contra el tráfico de narcóticos aprovechando el Estrecho como ruta de la droga.