La joven tiroteada en el Príncipe el pasado mes de octubre, K.P.T., acusada de un delito contra la salud pública, esto es, tráfico de drogas ha sido condenada a doce meses de cárcel tras haber sido interceptada en el puerto de nuestra ciudad con 210 pastillas de trankimazin y rivotril. Al juez no le han valido las argumentaciones que esgrimió la acusada y su abogada defensora en el juicio, que se tuvo que suspender una primera vez a causa del tiroteo, en tanto a que las pastillas eran para “consumo propio” porque está bajo tratamiento. Sin embargo, la sentencia no ha sido del agrado, lógicamente de la abogada defensora que ha recurrido insistiendo en solicitar la libre absolución de su cliente, ni del Ministerio Fiscal que solicita una pena mayor. La Fiscalía solicitaba inicialmente tres años de prisión para K.P.T., de 33 años de edad, contemplando el agravante de reincidencia, al haber sido condenada previamente por el mismo delito. El Ministerio Público insiste en su recurso en elevar la condena.
Ahora será la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta la que tiene que resolver este caso y determinar si mantiene la pena, absuelve o eleva la condena dictada por el Juzgado de lo Penal 1 de nuestra ciudad.
La joven fue interceptada en el puerto de nuestra ciudad cuando desembarcó del barco procedente de Algeciras. Su actitud levantó las sospechas de la Policía, hallando en el bolso que portaba las pastillas, cuya compra no justificó con receta médica.
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