Cuatro años de prisión. Esa es la pena que deberá cumplir un vecino de Ceuta detenido el pasado 12 de abril con hachís en el coche que conducía.
A esa sentencia condenatoria por tráfico de drogas se le añade otra por haber incurrido en un delito contra la seguridad vial, por el que cumplirá 3 meses de cárcel.
Al llamado G.G.L. le detuvo la Guardia Civil en un control en el embarque al conducir un vehículo modelo Citröen Berlingo sin carné. La gravedad de este caso llegaría poco después, cuando se procedió al registro exhaustivo de la furgoneta, y fueron encontrados, primero, 43 kilos de hachís para, poco después, en una segunda inspección, dar con otros 35 escondidos en el techo.
Este ceutí tiene a sus espaldas otra condena por delito contra la salud pública de 3 años y 9 meses que había cumplido en 2022, por lo que contaba con antecedentes por este tipo de prácticas.
El eslabón necesario en el tráfico de drogas
A sus 52 años se le presenta ahora un periodo de privación de libertad como respuesta a ese intento frustrado de pasar la narcótica sustancia hasta Algeciras. Fueron los agentes de la Compañía Fiscal y de Fronteras, así como el Grupo Cinológico los que dieron con el lote de drogas abortando la comisión de estas prácticas delictivas.
G.G.L. fue un mero eslabón en esta cadena dispuesta para el tráfico de drogas, pieza necesaria para completar la comisión de este delito, pero también quien termina pagando con su pérdida de libertad después de ser descubierto por los agentes encargados de detectar y frenar los intentos de pase de drogas.
Fueron necesarios dos registros para dar con toda la mercancía que había sido especialmente preparada para que el can especialista antinarcóticos no la detectara. Una droga que terminará destruida.