La Ciudad Autónoma mantendrá en exposición pública todo julio y parte de agosto, un total de 30 días hábiles, el Estudio de Delimitación de Tramo Urbano elaborado por la Demarcación de Carreteras competente del Ministerio de Fomento, uno de los dictámenes a cuya elaboración ha ligado el Ejecutivo local la demora que acumula la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) local.
El documento delimita como “tramo urbano” el que se extiende, en la Carretera Nacional 352, a lo largo de sus tres primeros kilómetros salvo entre los puntos 1,6 y 2,2 de la zona de Miramar, que no eran objeto de este estudio y que ya se abordaron en otro en primavera.
En la N-354 que corre en paralelo a la bahía norte se da el mismo rango a sus tres mismos kilómetros en el núcleo urbano de Ceuta y los últimos 600 metros en el poblado de Benzú.
Finalmente, en la N-362, la carretera del perímetro fronterizo, se ha aprobado provisionalmente considerar tramo urbano el comprendido entre los puntos kilométricos 0 y 0,676.
“En consonancia” con el vigente PGOU, en esos trayectos la línea límite de edificación se fija “a 25 metros desde la marca vial de separación de calzada y arcén” (en intersecciones y ramales, a 50 metros) salvo cuando existan en zona urbana “derechos urbanísticos ya consolidados a la fecha de entrada en vigor de la Ley de Carreteras de 2015”.
Con idéntica salvedad, se atenderá a esa norma cuando establece que “se puede fijar la línea límite de edificación a distancia inferior de acuerdo con el planeamiento urbanístico previamente vigente”.
Durante el trámite de alegaciones cualquier persona física o jurídica podrá formularlas “sobre la repercusión del Estudio en lo referente a limitaciones a la propiedad, régimen de autorizaciones, infracciones y sanciones”.
En marzo pasado, el lado derecho del tramo de Miramar
El Ministerio de Fomento sometió a información pública e marzo el estudio de delimitación de tramo urbano y modificación de la línea límite de edificación en la carretera N-352 en su tramo colindante con el PERI de Miramar, que delimitaba como tramo urbano de la N-352 que une el centro con la frontera el comprendido entre los puntos kilométricos 1,677 y 2,208 en su margen derecho, a petición de la Ciudad Autónoma y en consonancia con el planeamiento urbanístico vigente en Ceuta de acuerdo con lo establecido en el artículo 48 de la Ley 37/2015 de Carreteras en el que también se fundamenta la nueva delimitación.
En busca de la consecución de “avenidas marítimas” de paseo y ocio
Según los informes evacuados durante el proceso de elaboración del nuevo PGOU, sus previsiones afectaban a la trama de carreteras nacionales de la ciudad en varios puntos. Los redactores del documento siempre han defendido haber definido una calificación de suelo no urbanizable “cuya delimitación y condiciones de uso están basadas en los parámetros establecidos en la -Ley de Carreteras 37/2015” y haber “insistido en la necesidad de tramitar conjuntamente con el servicio de Carretera y Costas la propuesta de nueva línea de edificación”.
Uno de los propósitos del nuevo Plan General es precisamente, de acuerdo con los borradores conocidos, “apoyar el proceso de transformación para su utilización urbana, con objeto de convertirlas en avenidas marítimas con función de paseo y esparcimiento, de las carreteras nacionales N-352 (del Tarajal) y N-354 (de Benzú) indicando las Líneas de límite de Edificación de los Tramos Urbanos”.
Inicialmente se detectó que la N-352 podría quedar afectada por el Área de Planeamiento Específico de La Almadraba y por el de Arcos Quebrados, en el que se preveía un tejido urbano de densidad media alta y la generación de una zona de actividad económica.
La N-362 del perímetro, por otro lado, quedaba afectada por el Suelo Urbanizable Programado de Loma de Las Lanzas para la ampliación de los polígonos del Tarajal y la implantación de un nuevo barrio residencial.
Por último, la N-354 podría verse afectada por el traslado de los depósitos de CEPSA para dar cabida a “una zona residencial de densidad media”.