Como viene siendo habitual, el día uno de enero nos levantamos,-o nos acostamos, eso ya depende de cada uno-, con los valses de Strauss. Este año se ha cumplido los 75 años del tradicional Concierto de Año Nuevo de Viena, a cargo de la Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida de nuevo por el director indio Zubin Mehta.
Este Concierto de Año Nuevo nació en 1939 bajo la dirección de Clemens Krauss, un conocido director de orquesta vienés que lo dirigió desde sus inicios hasta su muerte, aunque en dos ocasiones, hizo su incursión en él otros directores conocidos, no fue hasta años posteriores a la muerte de Krauss, cuando se decidió que fuera un director nuevo cada año el que dirigiera este concierto.
El concierto tiene un programa formado en su totalidad por composiciones de la familia de músicos vieneses: los Strauss; Johann Strauss (padre), Johann Strauss (hijo), Josef y Eduard Strauss. Aunque no todos los Strauss compositores con los que nos topemos a lo largo de nuestra vida, van a ser pertenecientes a la misma familia. Por ejemplo, Richard Strauss (1864-1949) no pertenece a la saga de esta familia, sino que fue un compositor alemán del Romanticismo tardío hasta la mitad del siglo XX. Una de sus obras más conocidas es “Así habló Zarathustra” (1896) que fue utilizada por Kubrick en su película: Una Odisea del Espacio.
Centrándonos en la familia Strauss, empezaremos por Johann Strauss, el padre (1804-1849) fue el fundador de la dinastía musical con sus hijos; Johann, Josef y Eduard. Es de Johann Strauss padre, la famosísima “Marcha Radetzky” y su opereta “El Murciélago”.
Johann Strauss hijo (1825-1899) fue el más famoso de la familia Strauss, cuya composición “Danubio Azul” revolucionó el mundo del vals, elevando esta forma musical.
Josef Strauss (1827-1870) fue quién no ambicionaba carrera musical y trabajó como aparejador, aunque también se adentró en el mundo de la música supliendo a su hermano Johann como maestro de capilla. Junto con él, compuso otra de las piezas más famosas: “Pizzicato Polka”.
Otro de los hijos, Eduard Strauss (1835-1916) fue más conocido como director de música de danza que como compositor. Su hijo, también llamado Johann, fue el último representante de la dinastía Strauss, que también fue más recordado como director de orquesta y concertista que como compositor.
La familia Strauss dominó la música ligera vienesa durante décadas, creando muchas obras como valses y polkas para nobles austriacos y amantes de la música de baile de Europa. El vals-una danza de origen campesino con ritmo ternario-, pasó a ser con el tiempo una danza de entretenimiento para la corte de los Habsburgo. Fue Johann Strauss hijo el que elevó esta forma musical, con su famosísima obra “Danubio Azul” con la que revolucionó el mundo del vals. Y no sólo destacó en el vals, sino también con otra forma musical muy de moda también a finales del siglo XIX: la opereta. Se trata de un espectáculo escénico con sucesión y alternancia de partes musicales, habladas y bailadas con un argumento animado y satírico. En este caso, la opereta vienesa-que fue la que cultivó algunos miembros de los Strauss-, presenta un argumento más serio y sentimental que la opereta francesa. Una de las operetas más famosas y, antes mencionadas, fue “El Murciélago” de Johann Strauss (padre). Cabe destacar también, otra de las formas musicales que cultivó esta familia; la polka; aunque no tiene origen austríaco, es una danza con ritmo animado aparecida en Bohemia a partir de 1830.
Este inicio del siglo XIX y, más adelante, con sus últimas décadas en las que los Strauss arrasaron con sus composiciones, no podría entenderse del todo, si antes no nos aproximamos al contexto estético de la época, donde la música instrumental, en los albores del siglo, se elevaba por encima de la música vocal, que en tiempos anteriores, tuvo la supremacía. Es decir, antes del romanticismo, la música no tenía significado por sí misma si no iba asociada a un significado externo como la palabra, el texto y la imagen. Es ahora en el siglo XIX cuando la música instrumental va tomando un mayor protagonismo y ya por sí misma va adquiriendo un significado, es lo que algunos autores llamaron “música absoluta”. Otro de los aspectos importantes de la época, entre otros, fue la importancia de la música y tradiciones populares, en las que muchos autores rescataron los ritmos, melodías y armonías de la música tradicional de los pueblos. Esto no sólo se dio en la música, sino también en otras artes como la literatura, etc. Es aquí, donde podría tomar valor el hecho de que por ejemplo la música de danza como el vals, tomara cierto auge, en este caso de la mano de los Strauss y alcanzara así, un status mayor con su “mezcla” con la música culta y fuera tomada como música de entretenimiento.
Según Renato di Benedetto en la Antología de Historia de la Música, siglo XIX, nos dice así:
“…el vals y la opereta straussiana salvaron, en suma, por un período breve e irrepetible, aquel tono “medio” que la fractura entre la música noble y la música vulgar (consecuencia de la concepción romántica del arte como experiencia absoluta) había suprimido del panorama musical”. Nutridos de una savia que derivaba de las más genuina tradición local y de la lengua de los clásicos nacionales: Haydn, Mozart y Schubert”.
El Auditorio Revellín también ha comenzado el 2015 con un Concierto de Año Nuevo bastante variado con obras de autores como Offenbach, Pietro Mascagni, Brahms, entre otros, y en el que,-como no-, han tenido cabida algunas de las obras más famosas de la familia Strauss; tal y como “Vals del Emperador” y “Sangre Vienesa” e incluso aquellas “no escritas” en el programa de mano pero que todo el mundo espera como propina; el “Danubio Azul” y la “Marcha Radetzky”.
Con este concierto se inaugura la temporada 2015; una temporada que esperamos esté llena de música.
Bibliografía consultada
DI BENEDETTO, Renatto. Historia de la música, El siglo XIX (primera parte), Turner Música. Madrid.
BURKHOLDER, J.Peter, GROUT, Donald J., PALISCA, Claude V., Historia de la música occidental, 8ª edición, Alianza Música, Madríd.
*Patricia Pérez Rodríguez · Licenciada en Hª y Ciencias de la Música