Cerca de una veintena de mujeres de nacionalidad marroquí atrapadas en Ceuta desde el cierre de la frontera el pasado marzo se ha concentrado en los polígonos del Tarajal, donde la Ciudad Autónoma ha realojado a parte del colectivo tras la clausura del pabellón La Libertad como albergue.
Las marroquíes han pedido al monarca del reino alauí, Mohamed VI, que facilite el retorno a sus hogares después de meses lejos de sus familias. “Rogamos al rey de Marruecos que nos ayude a volver”, han solicitado las féminas en un vídeo difundido a través de las redes sociales.
A pesar de que la percepción generalizada es que la tensión del colectivo se ha relajado con las primeras y últimas repatriaciones, las marroquíes aclaran que persisten en su deseo de salir de Ceuta para reencontrarse con sus seres queridos en el país vecino, de donde son ciudadanas. “No estamos bien, seguimos con nuestra idea de volver”, puntualiza una de las mujeres que interviene en la grabación disponible en Facebook.
El sector femenino de los atrapados en Ceuta tiene la impresión de que las autoridades las han incluido en “el grupo de aquellos que no quieren retornar a Marruecos”. Razón por la cual imploran a las administraciones que no se olviden de sus casos y puedan cruzar pronto el pasillo humanitario que se abrió hace unas semanas y generó cierto revuelo en torno a los nombres que figuraron en la lista.
Todas las marroquíes cargan consigo los dramas de familias separadas, de hijos lejos de sus madres, de la merma de recursos económicos para la subsistencia, de inadaptación a un albergue que, pese a ser bienintencionado y reforzar su intimidad, dista mucho de qué es un alojamiento convencional. Ellas solo quiere cruzar el paso fronterizo de Tarajal-Bab Sebta para retormar sus vidas dejando atrás la pesadilla del bloqueo por el coronavirus.