No todas las personas discapacitadas son dependientes, pero una cosa es segura: todos los dependientes son discapacitados. Las personas que no pueden valerse por sí mismas para las actividades diarias son dependientes y Zapatero lanzó el gran órdago de la cartera de Asuntos Sociales cuando prometió que todas las personas en esa situación en España tendrían derecho a una vida digna y podrían pagar a una persona para que les ayudaran a seguir viviendo sin tantas barreras en su cotidianeidad. Y llegó la polémica con la puesta en marcha de la tan mentada ley.
Mientras muchas comunidades recriminaban la tardanza de la aplicación y las infinitas esperas para cobrar, las solicitudes ceutíes no se amontonan en cientos de ficheros. Habrá menos, Ceuta no tiene la población tan envejecida como otras comunidades, pero "haberlas hailas" y todas están resueltas en un plazo máximo de cuatro meses, incluyendo además el ingreso económico. Así lo confirman fuentes del Imserso en la ciudad que aseguran que en Las autonomías han agilizado la evaluación de los dependientes, pero el siguiente paso, la determinación del tipo de prestación que se da, sigue estancado. Un 36% de las personas con derecho a ayuda aún la espera.Las autonomías han agilizado la evaluación de los dependientes, pero el siguiente paso, la determinación del tipo de prestación que se da, sigue estancado. Un 36% de las personas con derecho a ayuda aún la espera.menos de 50 días se resuelve el papeleo y poco más tarde se gestiona el cobro. “Aquí no existe lista de espera, el trámite es rápido, podríamos decir que el más rápido incluso del país”, apuntan desde el Imserso. La realidad es que en muchas autonomías tardan una media de 15 meses en gestionarlo todo. Muchas veces, demasiado tarde a pesar de que la ley es retroactiva y toma como referencia la fecha de solicitud, pero algunas autonomías han aprobado normas que restringen este derecho. Las autonomías han agilizado la evaluación de los dependientes, pero el siguiente paso, la determinación del tipo de prestación que se da, sigue estancado. Un 36 por ciento de las personas con derecho a ayuda aún la espera. En Ceuta el derecho se materializa en el tiempo estimado tal y como confirman los responsables.
Además la implantación es desigual porque en Baleares, por ejemplo, sólo un 40% de los que tienen derecho a ayuda la recibe, en Navarra el 82 por ciento y en Ceuta “todos los que tienen derecho” según fuentes consultadas.
Desde que entró en vigor la ley, 830 ceutíes se han acogido a las ayudas. Con sus respectivos 830 cuidadores. En su mayoría, mujeres mayores de 40 años que no trabajan por cuenta ajena. Su alta en la Seguridad Social y dependiendo de la dependencia, una paga de entre 300 y 600 euros. Al otro lado de sus manos, 830 dependientes, repartidos entre ancianos y discapacitados. La proporción va al 50 por ciento.
Y aunque las ayudas más numerosas son las destinadas a familiares por soportar estos trabajos de atención, no faltan en Ceuta las destinadas al servicio a domicilio de la que se benefician un centenar de dependientes y que está reñida con la del convenio de trabajo, o bien la teleasistencia de la que disfrutan 90 personas, la estancia en una residencia para una veintena de dependientes y la posibilidad de estar en un Centro de Día. Para muchos elegir el tipo de prestación es el eterno caballo de batalla. La Ley establece que las ayudas económicas para los familiares son excepcionales, aunque los afectados suelen preferir este tipo de prestaciones. Un 57 por ciento de las ayudas son de este tipo. En Ceuta la cifra se incrementa. Siempre es más barato ésto que la creación de infraestructuras y siempre también, es importante la valoración de los solicitantes “porque muchos no son dependientes y es normal que la soliciten porque no distinguen en ocasiones la diferencia entre dependientes y discapacitados”.