Con la seguridad no se hace ‘mala política’

La seguridad ciudadana nunca puede ser utilizada como arma arrojadiza política, sobre todo cuando sirve para publicar comunicados sin sentido, indignos de una formación que, como Caballas, ocupa el principal puesto en la oposición. La ‘mala política’ es lo que ha querido sacar a relucir esta formación emitiendo el comunicado que pueden leer de manera íntegra en la página 6 de este diario. Sí es verdad que estamos viviendo unos momentos de inseguridad que causan inquietud social. Eso a nadie escapa. En Ceuta han entrado muchas armas y cualquier roce o actividad delictiva termina con su uso. Hay que trabajar de manera coordinada entre las fuerzas de seguridad para que los éxitos sean mayores. No caben errores como arrinconar a la Guardia Civil en las investigaciones en materia de seguridad ciudadana como se ha hecho o poner en marcha operaciones propagandísticas sacando a todos los agentes a la calle para tenerlos de marionetas porque a la vuelta de la esquina estaban unas elecciones generales.
En estas conclusiones coincidimos todos. E incluso el propio delegado del Gobierno no debe estar a gusto con lo que está sucediendo, ni tampoco los jueces ni las fuerzas de seguridad. Los delincuentes quedan absueltos por falta de pruebas y se crecen en la calle, las armas implicadas en delitos nunca aparecen, las informaciones sobre viviendas en las que se ocultan no cuentan con registros rápidos para encontrarlas... y todo esto es siempre aprovechado por quienes se mueven al margen de la ley.
Pero ¿qué papel juega en esto la clase política? Desde luego no el que ha mostrado Caballas. ¿Cómo se le ocurre a un partido político ofrecerse a colaborar en un plan de seguridad?, ¿acaso piensa que las operaciones de calado se elaboran y votan como las sesiones plenarias?, ¿sospechan en Caballas que saben más que los mandos de las fuerzas de seguridad o los expertos de las distintas unidades? Es una auténtica barbaridad que se haya optado por echar mano de la demagogia o la ‘mala política’ para usar, lo que está pasando, en un beneficio propio.
Pero hay más incongruencias. ¡Amenazan con presentar una querella contra el delegado del Gobierno “por dejación de funciones con riesgo para la vida de las personas”! ¿Pero Mohamed Alí, líder de la coalición y abogado en ejercicio es conocedor de semejante comunicado? De verdad que cuesta pensar que el contenido de esta nota haya partido de las cabezas pensantes del partido y no de una pataleta de cualquiera que, aprovechando la L@n Party organizada por sus Juventudes haya optado por dar la campanada.
Es sabido que González Pérez ha puesto trabas a propuestas de Caballas respaldadas por el Pleno. O mejor dicho, las han puesto los servicios jurídicos de la Delegación. ¿Responde la amenaza de querella a este resquemor particular?, ¿responde a la de veces que se han enfrentado las posturas desde ambos frentes? De ser así el asunto es de mayor gravedad, puesto que la coalición se habría rebajado a la altura de un tierno infante, obviando la talla que debe dar como partido en la oposición que, de hecho, ha brillado en su tarea fiscalizadora en muchos asuntos.
Si Caballas amenaza con querellas de este tipo, lo debería haber hecho con los anteriores delegados, en cuyos mandatos hubo muertes, robos y demás. Y en esa cuenta entraría también el que fue delegado del Gobierno con el PP, Luis Moro, a pesar de que el propio Aróstegui ensalzara en su día su labor. ¿Recuerda el de Caballas cuántos muertos, robos, tráficos y demás  hubo en esa época? Quizá aquí interese un ataque gratuito contra la figura del actual delegado del Gobierno sencilla y llanamente por asuntos personales. El ciudadano no puede asistir a bochornos de este tipo, quiere soluciones, no enfrentamientos particulares que no miran por el bien común. Hay delincuentes y armas en las calles. Dejen trabajar a quienes tienen la obligación de terminar con esto.