La estadística, la política, los trámites administrativos, tienen razones que el sentido común no entiende. No, al menos, el de las familias de Benaixa, Jamal y las otras ocho unidades que viven en el ¿antiguo? ‘Hostal Universal’ de La Almadraba donde llevan acogidos con cargo al programa de alojamiento alternativo meses o años, según el caso.
El tema, explican los afectados mientras esperan a Juan Vivas ante la puerta de la Asamblea por segundo día consecutivo, es que, el pasado mes de abril, la Policía Local procedió a la clausura del establecimiento, pero para sus ocupantes, al menos aparentemente, nada cambió.
Todos siguieron entregando cada mes a la Consejería de Asuntos Sociales los recibos por haber abonado su arrendamiento y todos siguieron cobrando, estuviese o no legalizado el local, la ayuda correspondiente.
Todo siguió igual hasta que, la semana pasada, Benaixa Abdeselam acudió a uno de los Registros de la Ciudad Autónoma y el funcionario de turno le comunicó que tenía “una incidencia” en su inscripción padronal y que no podía facilitárselo. Muchos ceutíes se han encontrado en una situación parecida por no haber modificado sus datos al cambiar de casa, por ejemplo.
La solución, habitualmente, pasa por acudir al Palacio autonómico, hacer cola, ver al jefe del Negociado de Estadística y esperar unos días. Benaixa se aplicó al procedimiento, pero el último paso se le ha convertido en un maratón: “Dicen que no me pueden expedir certificados a ninguno de los integrantes de mi familia porque la GIUCE ordenó el 27 de abril la clausura del hostal, aunque Estadística no lo supo hasta la semana pasada”, explica.
No tener certificado de empadronamiento puede generar muchos más problemas que el de pagar el doble por cruzar el Estrecho. De facto, excluye de acogerse a la práctica totalidad de las ayudas, becas y subsidios que la Administración General del Estado y la Ciudad conceden.
Abdeselam no es nuevo en el trámite de visitar ventanillas. Recita de memoria los nombres de todos los que han pasado por el sillón al frente de Emvicesa y rememora miles de promesas. Durante los últimos cinco días ha pasado por Servicios Sociales y ha llamado a las puertas del presidente y sus consejeras de Asuntos Sociales y Fomento. “Entendemos que se luche contra los fraudes de empadronamientos, pero no que a familias ceutíes, nacidos aquí y que nos encontramos en situación de precariedad, se nos deje al margen de la condición de vecinos y ciudadanos sin culpa alguna”, protestan.