Con calma entenderíamos mejor

Todo, en el mundo, se ha disparado. Es muy grande la velocidad con la que aparecen, se desarrollan y desaparecen las noticias que intentan darnos cuenta de lo que está ocurriendo en el mundo y que nos afecta en mayor o menor grado pero la verdad es que nos enteramos sólo a medias y quizás no acabamos de conocer bien de cada una de esas cuestiones. Los informadores, especialmente los de los medios audiovisuales, sí que parecen estar bien enterados porque hablan de los asuntos con cierto aplomo, aunque demasiado aprisa y no hay forma, al menos para mucha gente, de poder seguirles, especialmente si se trata de tantos por ciento de diversos valores; sean estos económicos, índices de paro o cualquier otro tipo de valoración a base de cifras y tantos por ciento. Tal vez sea que el tiempo de que disponen es corto.
No dudo de que haya personas que sean capaces de captar el cien por cien de esas informaciones, pero somos muchos los que tenemos que esperar a poder leer alguna crónica - de un persona enterada en esos asuntos - para poder enterarnos de lo que antes no nos fue posible. No se trata, en general, de leer algo escrito por un especialista en la materia que, lógicamente, escribe para especialistas o personas muy enteradas en esa cuestión concreta; lo que necesitamos mucha gente es que se nos aclaren suficientemente algunas cosas de tipo general. tal como ocurre con la economía, tanto de nuestro país como de Europa, a la que estamos muy unidos, y que tienen influencia directa en nuestras posibilidades de comodidad de vida. Vamos a tientas, preguntado a quién nos merece confianza y formando nuestra opinión que no siempre es acertada.
Personalmente prefiero atender las explicaciones que ofrece una persona responsable de esas cuestiones y que la haga sin tendencias partidistas. Preocupa, por ejemplo, el uso de esos lanzacohetes por parte de algunos mineros. Son armas, aunque se las llame de cualquier otra forma, y pueden animarse a fabricarlas más completas. Hasta ahora no ha habido respuestas, por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado, con algo similar. ¿Pero seguirá así esta cuestión, aunque sólo sea un día? No debiera seguir así, ni mucho menos, y es necesario que se nos anuncie por parte del Gobierno que la cuestión está zanjada de acuerdo con la Ley. Es mucha y grave la responsabilidad de todos cuantos tienen que ver con esa cuestión, que a todos nos afecta y que está subiendo de tono.
La noticia de lo que ocurre, sea lo que sea, debe ser completa y segura. Es cierto que no siempre se tienen todos los datos de algunas que otras cuestiones, pero se impone para ellas la prudencia para que no haya interpretaciones erróneas que, a veces, pueden motivar bastante inquietud. Las tertulias y debates sobre algunas de esas noticias debieran servir de complemento y de aclaración de las dudas que algunas noticias suelen crear. Alunas hay que son muy buenas pero aún así debieran ceñirse al tema básico que se trata de aclarar y no de motivos partidistas. Ya habrá ocasión de hacer política de partido, en su momento, pero que no sea a base de crear confusión entre la gente. Toda persona necesita claridad en su vida para poder dar los mejores resultados de sí misma. Esa claridad hay que proporcionarla en todo momento y ocasión.