Este que señalo en la fotografía, piensa el sentido común de la gran mayoría de la gente de esta tierra, que quizás hubiera sido el lugar más adecuado para que el señor Álvaro Siza hubiera proyectado la instalación de la puerta principal de nuestro, por fin, Gran Teatro del Revellín. Pienso que debería haber primado en el proyecto de nuestro “eminente” invitado arquitecto, una gran, digna y suntuosa puerta de entrada, como la de todos los teatros del mundo, antes que la lúgubre, recóndita y muchas veces pestilente puerta actual, por ser lugar de reunión de desaprensivos y porretas, donde hacen sus necesidades menores y también mayores, si no pregúntenlo a los señores de la limpieza. Da que pensar que se les “acabó el hormigón” y no les quedó otra que hacer la chapuza.
¿Es que en su momento, a ninguna mente pensante, la primera la del señor Siza, que bien lo cobraría, pasando por los responsables políticos del momento, que no se si también, se les pudo ocurrir que quizás, éste que señalo, pudiera haber sido el lugar más adecuado?
Pienso que cualquier arquitecto, español de pura cepa, nos hubiera diseñado un señor complejo cultural más digno, con más gracia y salero, y sobre todo con más utilidad y desde luego todos los millones de Euros no habrían salido de España.
Lo que nos ha dejado el portugués ha sido una obra inacabada, y por exteriores un bloque de hormigón pintado de blanco totalmente fuera de contexto y a la vista está. Amén del conservatorio y auditorio, el resto de habitáculos, la mayoría con interiores inacabados y otros que están siendo ocupados para menesteres que no son para los que se construyeron. Es de vergüenza, con la cantidad de millones que ha costado al erario público
Pero claro, cuando se tira con pólvora ajena no duele en el bolsillo y por tanto salga el sol por donde salga, que importa. Pues no, la gestión del dinero público debe ser pulcra, honesta, responsable y bien estudiada a largo plazo.
Otra es la construcción de la fuente a la entrada del complejo, que no se sabe para qué ni si el inventor fue el señor Siza también, o fue ingenio de algún responsable caprichoso e inútil como la propia fuente. Jamás vimos a gente sentada o bebiendo de su agua, que por cierto goteó los tres primeros días hasta el de hoy. Qué más da.
Pero, “nunca es tarde si la dicha es buena” y a lo mejor, cuando pasemos la crisis que nos embarga y nuestros responsables políticos tengan más manejo, igual se lo plantean y nos dan la satisfacción de poner la puerta de nuestro gran teatro en un lugar donde, a primera vista, nos haga pensar lo que verdaderamente es, un teatro, y no un gran depósito de suministro de agua, como muchas personas comentan y cierto que esa es la impresión que a mí también me da.
Tenía muchas ganas de manifestar mi desagrado y creo que el de la mayoría de los ceutíes, por la construcción, en el lugar más noble de Ceuta de un complejo sociocultural y comercial que prometía ser la joya de la ciudad y al final y de forma irreversible ha roto la armonía de nuestro inigualable y querido paseo del revellín.
P. D. (Seguro que el señor Siza, después de la chapuza que aquí nos dejó, ya no pudo construir más, porque las neuronas las gastó todas en este “ hermoso complejo”).