Si uno comparece para denunciar un linchamiento, la existencia de una mano negra o aventura la publicación de un escándalo contra su persona debe tener arrestos para ser claro. Eso es precisamente lo que le ha faltado a Javier Guerrero, quien ayer optó por ofrecer una rueda de prensa para presentarse como víctima en sociedad “de algún movimiento oculto y extraño” que pretende desacreditarle. “Ninguna maniobra inmoral contra mi persona va a desviarme de este proyecto consolidado”, avanzó Guerrero. Quien encabeza un nuevo partido y además apunta maneras para aspirar a ser el nuevo alcalde de Ceuta empieza patinando si hace este tipo de intervenciones públicas. Salvo que juegue a ser una plañidera de convento que pierde el tiempo hablando de sus valores y de su profesión, en vez de ser valiente y decir públicamente qué maniobra “inmoral” se teje contra él y quienes son esas “dos personas” que tanto le odian y que cuentan con el paraguas de las altas esferas.
Eso sería lo valiente, eso sería marcar la diferencia política respecto de lo que tanto se estila en Ceuta: tirar la piedra, esconder la mano y llorar por el camino. Si Guerrero aspira a ser distinto o, como él dice, a “levantar Ceuta para que sea la que era antes”, tendrá que empezar por él mismo, por dar ejemplo para que el personal se crea lo que dice y no lo considere otra opción con balcón a la plaza electoral con ánimo de recoger lo que caiga.
Guerrero va de claro, va de víctima de un sistema que le apartó, va de objetivo por ser una opción peligrosa. Para erigirse en algo más que un doctor aclamado por sus pacientes, cosa bien distinta a ser un gran político aunque exista ese tendencia social a confundirlo todo, tendrá que comenzar por enmendar su rueda de prensa para alejarse del Sálvame de barrio y contar al personal qué “maniobra ilegal” y qué campaña deshonrosa se cierne sobre su cabeza. Él ha sido quien ha dado el paso hasta convertirse en el motivo de conversación de la tarde previa a la Feria. Ha dado el paso a medias. Si quiere aportar credibilidad y respeto a lo que simplemente ha sido un show sin sentido, ya está perdiendo el tiempo para volver a salir a escena y dejar clara la historia al completo. Enterita para que el personal valore con todos los ingredientes sobre la mesa. Ya que se aventura a torear que no nos deje con la espantá de una tarde de verano. Por “valores”, los que dice que tiene. Al menos por eso.
Mal empieza Javier Guerrero, una rueda de prensa lamentable., eso demuestra en que manos está, los que le asesoran o cambian de táctica o mejor que ni se presenten a las elecciones