Compañeros en la superficie, hermanos bajo el agua

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas, GEAS, interviene en los rescates en los rompientes del litoral.

Cuando surge una emergencia de rescate en el litoral y la posibilidad del helicóptero de Salvamento no es inmediata o el fuerte oleaje empuja contra las rocas a la patrullera del Servicio Marítimo, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, GEAS, es la única opción de salvar a las personas atrapadas o sumergidas.
Una situación de peligro similar se reprodujo hace unos días en la Bahía Norte, en las inmediaciones de la playa de Benzú. Un subsahariano, lanzado al mar en plena noche por las mafias dedicadas al tráfico ilegal de personas, se aferraba a una roca mientras las olas le golpeaban con fuerza amenazando con arrastrarle al agua. Fueron estos nadadores y buceadores profesionales quienes, desde la orilla, atravesaron el rompiente hasta socorrer al inmigrante, una acción que hubiese resultado imposible sin la colaboración de Servicio Marítimo de la Benemérita, según los guardias que intervinieron.
Esta actuación tuvo un final feliz pero, reconocieron los agentes, el entrenamiento resulta fundamental para desenvolverse con éxito y que la actuación sea correcta, explicó el sargento Pedro Javaloyes, al mando de la unidad en Ceuta. Recientemente, los efectivos de este cuerpo desarrollaron una práctica de salvamento en la Bahía Sur enmarcada en su Plan de Instrucción.  
¿Por qué eligieron esta zona del litoral? A partir de abril o mayo se practica acuarroca, disciplina deportiva que consiste en recorrer el litoral de la Bahía Sur. “En esta zona hemos tenido que rescatar a personas que han resbalado entre las piedras, no necesariamente porque pasearan, también a pescadores”, indicó Javaloyes, quien consideró estos ejercicios una oportunidad de estudiar la zona y conocer las incidencias que se pudieran dar en estos acantilados.
Esta formación continua permitió que los GEAS, hace unos meses, pudiera efectuar un salvamento en la zona de La Sirena tras la llamada de un pescador al 112, el cual alertó de la presencia de una persona que se despeñó por el barranco de una altura considerable, como ya informó el periódico El Faro. Pese a los buenos resultados, continuó el sargento de la unidad, “a medida que hacemos más prácticas, vamos mejorando las intervenciones”. La unidad ceutí consta de un responsable, un cabo y seis guardias.
Aunque resulta complicado generalizar, insistió Javaloyes, la mayor parte de los salvamentos de personas se dan en rocas introducidas en el mar, es decir, en los rompientes. La casuística es variada, prosiguió, aunque sí han registrado el abandono de inmigrantes en la Bahía Norte.
La naturaleza de las misiones que realizan los GEAS es tan variada como el territorio donde se encuentran desplegados. Así, junto a la búsqueda, localización y recuperación de objetos y rescate de personas en el medio acuático, también se dedican a la protección de embarcaciones y eventos deportivos acuáticos, elaboración de informes técnicos y diligencias de la policía judicial, entre otras funciones.

Práctica de rescate en la Bahía Sur

1. Equipados para afrontar tres horas de itinerario. La duración de las marchas varían pero se pueden prolongar varias horas. Al equipo de autoprotección propio de los GEAS, como es el neopreno, escarpines, aletas y casco, se suma la mochila botiquín para atenciones urgentes. En el transcurso de estos ejercicios, además, cargan cuerdas de seguridad que usan en la semiescalada para superar los acantilados.

2. Camilla y maniquí que simulan una situación real. Los efectivos cargaron una camilla con mantas y un dummy que, mojados, pueden alcanzar entre 70 y 80 kilos. De este modo practican los relevos y superan pruebas tanto de resistencia semisumergidos en el mar como de escalada.

3. Entre La Ribera y la cala de la Potabilizadora. El ejercicio que realizaron cubre  la distancia entre la playa más céntrica y la cala de El Desnarigado, donde también se encuentran grutas transitables para personas experimentadas. Los GEAS piden responsabilidad para quienes visiten esta zona de rocas.

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