La delegación de la Comisión Islámica de España (CIE) en Ceuta ha presentado a la Consejería de Sanidad del Gobierno local una propuesta para asumir la gestión, externalizada, del dispositivo necesario para organizar la Pascua islámica del Sacrificio, Eid Al Adha, que no pudo celebrarse en 2020 por la pandemia y se desarrolló con controversia por las amenazas de Vox este año en relación con supuestas vulneraciones de la normativa vigente.
Según han confirmado fuentes de ambas partes a este periódico, la Ciudad Autónoma ha recibido una oferta de la Comisión Islámica en ese sentido que actualmente está “pendiente de un estudio detallado” y sometida, en cualquier caso, a múltiples consideraciones de naturaleza legal y económica, entre otras.
El Gobierno local venía instalando hasta 2019 un total de 25 puntos habilitados para dar muerte a alrededor de 5.000 cabezas de ganado que involucraba a las consejerías de Presidencia y Gobernación, Fomento y Medio Ambiente, Servicios Urbanos y Patrimonio Natural, Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y Educación y Cultura con el apoyo externo de FPAV, Trace y Athisa.
Este ejercicio la Ciudad apostó por el Matadero Municipal para concentrar los sacrificios y garantizar que se realizasen de acuerdo con la normativa europea, aunque su éxito fue limitado.
Borrador de Ordenanza para regular una fiesta “milenaria”
A principios de este año la Comisión Islámica propuso a la Ciudad elaborar una Ordenanza para regular la celebración de la Pascua islámica del Sacrificio como festividad “milenaria” y “patrimonio cultural” con el fin de ajustar los ritos tradicionales locales a lo que establecen el Reglamento europeo de protección de animales en el momento de la matanza de 2009 y el Real Decreto de 2014 que lo desarrolló en España. La norma buscaba encajar las prescripciones de ambos textos con la costumbre “de indudable interés religioso, cultural y social” que tiene para las familias musulmanas de la ciudad el sacrificio de ejemplares ovinos y caprinos en domicilios particulares, aunque solamente contemplaba permitir estos últimos en casas con “un patio o azotea con dimensiones suficientes”, así como con agua y “medidas higiénicas y de seguridad”.
Otro chiringuito para llevarse pasta, existiendo medios en el ayuntamiento.