Los guardias civiles defendemos y creemos firmemente en el derecho a la libertad de expresión, entre otros motivos, porque es un derecho que tenemos limitado como guardias civiles. Un derecho legítimo que entendemos debe ser ejercido sin atacar, fomentar la violencia y, mucho menos, menospreciar a colectivos profesionales o sociales.
Si en algo nos caracterizamos los españoles es por el sentido del humor. Nos gusta divertirnos, reírnos y contar chistes en reuniones de amigos. Se puede decir que está escrito en nuestro ADN, pero ser español no es sinónimo de ser divertido y, mucho menos, tener arte para contar chistes o hacer parodias para hacer reír a los amigos o telespectadores. De eso queremos hablar.
Esta semana la televisión autonómica TV3 ha emitido un Gag protagonizado por Jair Domínguez y Peyu, en el programa “Bricohéroes” los dos ‘humoristas’ se preguntan sobre si un trozo de hierro “¿le puede hundir el cráneo a alguien? ¿A un guardia civil por ejemplo?”. En AEGC hemos hecho un esfuerzo para buscar un mínimo sustento de gracia, pero es imposible de encontrar, independientemente de que sea el colectivo de la Guardia Civil la afectada, nos parecería igual de grave que se dijera que con ese trozo de hierro se puede hundir el cráneo a un mosso, a un médico o a un bombero.
“La violencia en el lenguaje es una forma de agresión peligrosa”
La violencia en el lenguaje es una forma de agresión peligrosa, porque este tipo de violencia puede esconderse y legitimarse socialmente, aunque sea inconscientemente. Sin duda, no es tan visible ni aparatosa como la violencia física, porque es más difícil de detectar, pero igualmente peligrosa y, por tanto, debemos rechazarla, censurarla y combatirla.
Los guardias civiles llevamos sufriendo desde hace tiempo la violencia verbal de grupos minoritarios en Cataluña y no es la primera vez que desde AEGC hemos tenido que denunciar insultos o menosprecio a guardias civiles, a nuestros hijos y familias por tener esta profesión, pero nos parece penoso que desde un medio de comunicación público, como es TV3, no se revisen contenidos o programas de humor que pueden parecer inofensivos, pero una vez analizados no fomentan precisamente la convivencia y pueden generar menosprecio a colectivos sociales o profesionales.
“Los dos ‘humoristas’ se preguntan: ¿este hierro le puede hundir el cráneo a un guardia civil”
He leído en más de una ocasión que el lenguaje nunca es inocente, porque siempre esconde una intencionalidad y que esa intención permanece oculta o, lo que es peor, disfrazada. Solo nos queda esperar que en este caso sea la excepción a la regla y, que solo trataran de hacer reír, aunque no tengan ni chispa de gracia.