Las buenas espectativas con las que comenzaron el año hosteleros y comerciantes se han venido abajo coincidiendo con el mal tiempo meteorológico de las últimas semanas, la llegada de la época de pago de impuestos, la menor afluencia de clientes de Marruecos y la caída de actos socio-culturales.
Ninguna de estas circunstancias tiene el suficiente peso por sí sola para influir en el consumo, explica Alejandro Ramírez, secretario general de la Confederación de Empresarios (CECE). En cambio, si coinciden todas en el tiempo, pueden provocar una bajada de las ventas. Eso es lo que creen que ha sucedido en Ceuta en las últimas semanas. Ésa es, al menos, la explicación que ofrece la CECE al cambio de ánimo que se aprecia entre los empresarios de la hostelería y el comercio.
Ocurrió lo contrario en los últimos días de 2015. Entonces el tiempo meteorológico no fue tan desapacible como hace unas semanas y nos encontrábamos en los preparativos previos de las navidades, las fechas más consumistas del año. Además, también en Marruecos hubo varios días de fiesta y el tránsito por la frontera mejoró de modo considerable, sobre todo teniendo en cuenta los problemas que se habían registrado semanas antes. Y a todo ello hay que añadir la posterior llegada de la temporada de rebajas. En medio de esas circunstancias, "hubo tres o cuatro días, que normalmente no son buenos, en los que se registró un repunte de ventas en la mayoría de sitios y en hostelería también", señala Ramírez. Los negocios lo notaron en sus cajas registradoras y los empresarios se despidieron de 2015 con muy buenas expectativas para el año que acababa de empezar.
Ahora, pasado el tiempo, el ánimo entre los empresarios es otro. "Están comentando que no es una bajada muy fuerte, pero se está estancando la cosa", señala Ramírez. Entre las razones para el cambio, la CECE señala la llegada de la época de pago de impuestos. En abril fue el IBI y ahora es la declaración de la Renta. "Lo poco que dejamos en el mes para ahorrar o para gastar en consumo, se guarda para hacer frente a estos gastos, que son también de primera necesidad", afirma Ramírez.
Las razones también hay que buscarlas en el cielo. "Hubo un fin de semana, me parece que fue en marzo, que hizo un tiempo muy malo, además hacía frío", señala el secretario general de la CECE. En días como esos y con las lluvias de las últimas semanas, la actividad es la hostelería y el comercio se ve muy afectada. "Día malo de lluvia, día malo de venta. Eso lo tienen muy claro los empresarios", señala Ramírez.
El mal tiempo no sólo 'deja encerrados' a los ceutíes en sus casas. También hace que caíga la llegada de visitantes de Marruecos. A diferencia lo que ocurrió primero en enero y luego en febrero con la temporada de rebajas, cuando vino "muchísima" gente, "ahora está viniendo un poquito menos".
En relación a estos turistas, Ramírez señala que los marroquíes no sólo vienen a hacer compras, también se quedan a comer, a cenar o se alojan en Ceuta. "En diciembre, los hoteles nos pasaban los datos y los fines de semana estaban llenos, prácticamente al 100% de ocupación. Nos decían que el 90% era de reservas hechas por clientes de Marruecos", asegura el secretario de la CECE.
Ahora la situación ha dado un giro de 180 graddos y el resultado de la confluencia de las circunstancias negativas es que "los días finales de febrero, marzo y abril no han sido buenos a nivel general", señala Ramírez. Y los empresarios ven con incertidumbre mayo. De momento, ya han detectado un menor número de ciudadanos por las calles durante los fines de semana, un hecho que achacan a la organización este año de menos cruces de mayo.
El temor es qué va a pasar en verano si el consumo continúa estancado o incluso empieza a descender. De momento, miran con esperanza al cielo, casi sin nubes. "Si estos meses salen días como el de hoy (martes), se nota muchísimo, sobre todo en hostelería", afirma el secretario general de la CECE.
Marroquíes de paso por Ceuta hacia la península
La llegada visitantes del país vecino no es garantía de incremento de ventas para los negocios de nuestra ciudad. “Muchos coches que entran por la frontera no se quedan aquí. Siguen directamente hacia el puerto y cruzan a la península”, asegura Ramírez. Siempre ha habido marroquíes que preferían venir a Ceuta para coger el barco, a pesar de que el billete es más caro que en Tánger, porque el tiempo del trayecto es menor. Ahora, consideran los empresarios, se ha incrementado el número de estos visitantes de paso, sobre todo los sábados y viernes en los barcos de las primeras horas. De hecho, muchos llegan con el visado, “lo enseñan en la frontera para que se lo sellen y después ya pueden cruzar”.