Los medios de comunicación nacionales e internacionales se han hecho eco de la avalancha de inmigrantes marroquíes a Ceuta aprovechando las noches de niebla que tuvieron lugar en agosto de este año 2024. Se informa que cientos de menores consiguieron atravesar la frontera marítima comunitaria de la ciudad autónoma y ocupar plaza en los centros de acogida a la espera que otras regiones de España acepten un reparto proporcional.
Ante esta situación, hubo numerosas opiniones encontradas. Unos dicen que todo ocurrió por casualidad, ya que cientos de jóvenes marroquíes coincidieron en Fnideq-Castillejos para aprovechar la niebla y atravesar nadando la distancia que separa a Marruecos de la frontera ceutí. Añaden que según ellos lo ven, las fuerzas del orden de dicho país, sorprendidas por la situación, hicieron todo lo posible para evitar la avalancha desde las playas pero no lo consiguieron, pudiendo controlar la situación cuando ya se había producido la mayor parte de la invasión fronteriza. Y esta actuación de las fuerzas del orden marroquíes llevaron a autoridades españolas de Ceuta a felicitarlas por su positiva actuación.
Basan sus afirmaciones en el magnífico ambiente que se creó entre los dos países tras las visitas a Marruecos en 2023 del Presidente Sánchez, sobre todo cuando coincidió con el Rey Mohamed VI en la Reunión de Alto Nivel (RAN).
Otros ciudadanos españoles e incluso periodistas, presentan otra visión de los hechos. Opinan que la llegada de tantos inmigrantes nadando bajo la niebla fue una operación perfectamente propiciada por alguien en Marruecos, quizás como respuesta a la visita de la Ministra de Defensa de España a las islas y peñones próximos a Melilla que son reclamados junto a las ciudades autónomas por el vecino país.
Al igual que los anteriores, basan su versión en que cada movimiento positivo de España sobre Ceuta y Melilla tiene una reacción por parte de Marruecos que no podrían calificarse de casualidades del destino. Ya en octubre de 2001, Marruecos retiró a su Embajador en Madrid por disconformidad con la postura española sobre el Sahara con otros temas y, al año siguiente, se produjo la ocupación del islote de Perejil. La visita del Rey Don Juan Carlos y la Reina a Ceuta en 2007 fue seguida de la retirada del Embajador de España en Rabat. Y la avalancha de la niebla puede tratarse -afirman ellos- de una reacción por la citada visita de la ministra a la zona de Melilla de islas y peñones reclamada por Marruecos.
Pero es que hay unos terceros opinando que Madrid no debió verse sorprendida por la última avalancha en Ceuta cuando existían antecedentes, informes de acumulación de jóvenes en Castillejos y anticipación de las nieblas que se producen cada año, sin falta en el mes de agosto. Incluso dicen que se echó de menos la instalación de potentes reflectores que debe haber en Ceuta, para neutralizar la falta de visión que produjo la esperada niebla. E igualmente, aprovecharon para reclamar nuevamente el aumento de efectivos y medios de las fuerzas de orden público en la ciudad autónoma y poner de manifiesto la escasa colaboración de las fuerzas del otro lado, sobre todo en las devoluciones.
Y aparte de las opiniones vertidas, procede recordar la visita que hicimos los empresarios de Ceuta a la sede de la Unión Europea en Bruselas en 1995, donde se entregó un Informe poniendo de manifiesto el problema y opinando que el tema era comunitario y debía tener una solución “europea” porque además Ceuta estaba ejerciendo de escudo protector ante el resto de Europa. Y ello quedó de manifiesto en los graves sucesos de El Ángulo. Hoy, 29 años después el problema sigue sin resolverse.
El resumen es que existen variadas opiniones con bases razonables, por lo que el ciudadano debe sacar sus propias conclusiones a la vista de los lamentables sucesos que vivió Ceuta en agosto de 2024 y que pueden repetirse en cualquier momento.