A veces se organizan actividades en Ceuta que atraen gran número de visitantes, pero ocurre que frecuentemente no encuentran alojamiento en la ciudad y deben pernoctar en Algeciras, regresar antes de lo planeado o simplemente anular la visita. Por otra parte, sería lógico pretender que se fomente un turismo que no solo venga de barco a barco sino que pernoctando, esos viajeros tuvieran la oportunidad de admirar los atractivos de la ciudad en museos, monumentos y construcciones históricas, vistas panorámicas y desde luego su gastronomía.
Pero, sin embargo, se encuentran con unos precios en los barcos que duplica en gastos cualquier otra excursión peninsular, le obligan a mostrar documentos y, a veces, incluso les registran el poco equipaje que transportan. Incluso, una parte de las escasas plazas hoteleras están necesitadas de reformas y de una política profesional a nivel internacional para captar clientes, a veces dichas plazas hoteleras ocupadas por funcionarios que llegan por cortos espacios de tiempo. Y eso que existen algunos hoteles de empresarios locales que funcionan perfectamente, pero en ocasiones al no encontrar plazas libres, también los directivos de las grandes empresas radicadas en Ceuta evitan pernoctar en la ciudad al no contar con sitio, recurriendo a los hoteles de los llamados con encanto o de cinco estrellas que tienen a precio especial al otro lado del Estrecho.
Todo esto afecta también a los visitantes de Marruecos, ya que los titulares de visado y con alto o medio poder adquisitivo aumentarían sus viajes a Ceuta donde a pocos kilómetros encuentran, aparte de las ventajas descritas, un ambiente europeo, tiendas locales importantes y de las grandes cadenas de distribución, sobre todo a través de franquicias, junto a restaurantes de calidad. Pero echan de menos alojamientos adecuados porque a veces carecen de plazas libres o de la calidad a que están acostumbrados, lo que disuade a muchos de venir.
En Ceuta, la citada oferta hotelera depende en gran parte del sector público, sea el Estado o la Ciudad Autónoma, no de los empresarios del sector a través de grandes cadenas hoteleras o especialistas en el tema, por lo que la política de inversiones o de publicidad viene impuesta desde arriba. Se necesitan por tanto nuevos hoteles que deben contar con facilidades e incluso ayudas oficiales para su instalación, ya que aportarían importantes ventajas a la economía local.
Además, muchos inversores y también los turísticos desconocen las ventajas fiscales de Ceuta, por lo que sería preciso contar no solo con una oferta de solares o edificios con las citadas facilidades y ayudas públicas, sino realizar unas acciones de captación para lo que Ceuta cuenta con auténticos especialistas.
Unas oportunidades interesantes ahora que se está pretendiendo desde el exterior ahogar económicamente a Ceuta con los retrasos sine die de la Aduana Comercial con Marruecos y los inconvenientes impuestos para la circulación de vehículos sobre todo.