La Ciudad Autónoma reabrió ayer, apenas una semana después del final de la actividad lectiva del curso, los comedores escolares de varios colegios para poner en marcha por quinto año consecutivo el programa socioeducativo que se activó de forma pionera en 2014 para combatir la pobreza infantil y ofrecer actividades formativas y lúdicas.
Según fuentes del Ejecutivo local, un total de 215 niños y niñas asistieron a los centros educativos en la primera jornada de una iniciativa que suma 400 inscritos aceptados, aunque en algún colegio apenas se congregó ayer una veintena de beneficiarios.
Los CEIP Ramón y Cajal (54 ayer), Andrés Manjón (19), Reina Sofía (53), Príncipe Felipe (44) y Pablo Ruiz Picasso (45) operan como en años anteriores pero las obras a ejecutar durante el periodo estival en el ‘Ortega y Gasset’, del que se quitarán las cubiertas de amianto, y en el ‘Federico García Lorca’ han obligado a rebajar la capacidad máxima del programa de unas 700 a alrededor de medio millar, aún así por encima de la demanda recibida y de la asistencia efectiva.
Este programa socioeducativo se implantó por vez primera en 2014
El programa, que después el principio funciona con personal del Convenio MECD-Ciudad ha introducido este verano también como novedad la externalización del servicio de cocina, adjudicado a ‘Márquez y Asociados’ con requerimientos como que los menús estén elaborados por un nutricionista y que aseguraren “las necesidades de los alumnos en aspectos tales como la aportación energética, el equilibrio adecuado de los nutrientes, la frecuencia y variación en el consumo, la limitación del exceso de sopas y fritura o el mantenimiento de la cadena de calor”.
Las claves
- El año pasado la media de asistentes a los comedores sociales fue en julio de 351 niños y de 304 en agosto. El primer mes se sirvieron 7.380 servicios de comida, el 66,5% de los previstos, y en agosto 6.697, el 56,34%. La media de asistencia en septiembre se redujo “significativamente”.
- De casi 30.000 a menos de 22.000. En total, el número de menús servidos a lo largo del verano de 2017 alcanzó los 21.617, lo que supuso un coste de 100.709 euros. En 2016 fueron 29.728 comidas y en 2015, 29.337.
- La empresa a la que se ha adjudicado el servicio de cátering debe proporcionar comida y merienda a los beneficiarios de lunes a viernes. En el primer caso, con primer y segundo plato, postre y pan. En el segundo consistirá “en un zumo y bocadillo”.