Solo el que ha hecho el Camino de Santiago puede comprender la emoción que se siente al llegar a la plaza del Obradoiro. Un grupo de 27 personas del colegio San Agustín de Ceuta ha podido sentir este jueves la sensación de llegar enfrente de la Catedral, soltar las mochilas y contemplar el espectacular monumento mientras se fundían en un merecido abrazo.
En total este grupo de ceutíes, comandado por el Padre David y el Padre Alberto, ha realizado un total de 10 etapas, recorriendo a pie los casi 200 kilómetros que separan Ponferrada de Santiago de Compostela. Los agustinos salieron de la ciudad castellano-leonesa el pasado 19 de julio y este jueves han terminado su aventura, tras lo cuál van a descansar y hacer turismo antes de volver a Ceuta este sábado.
Los caballas han vivido una experiencia que ha sido facilitada por el Padre Alberto, que se ha encargado de reservar el alojamiento para todo el grupo durante las diferentes etapas así como los lugares para comer, lo que ha facilitado el desarrollo del Camino.
Para la mayoría del grupo era su primera vez en el Camino de Santiago, que se han dejado aconsejar por los que ya habían vivido esa experiencia con anterioridad. Entre todos han hecho frente a las ampollas, inevitables tras las largas etapas diarias, así como a los tirones y los dolores en la espalda habituales. También, cuando algún miembro de la expedición no podía cargar con su mochila, algún compañero o compañera se hacía cargo de ella para evitarle la carga.
"A pesar de todo, la palabra más escuchada al llegar ha sido gracias. Gracias por esta experiencia, por todo lo vivido", comenta el Padre David Díez, que añade que en la plaza del Obradoiro hubo más de una "lagrimita" fruto de la emoción.
El agustino afirma que todos los miembros repetirían sin dudar otra vez el Camino. "No sabemos si haremos otra ruta la próxima vez o si volveremos a hacer las mismas etapas ya que hemos dejado buenos amigos en los lugares por los que hemos pasado", comenta.