Con la frontera abierta, las colas eran de esperarse. Dos años y dos meses después son muchos los vecinos de Ceuta que han esperado unos días para ver cómo transcurría el tránsito por la
frontera, para preguntar a amigos y conocidos cómo era la ida y vuelta y qué necesitaban para pasar por el Tarajal con dirección a
Marruecos. Una vez se sabe que la frontera, aunque no es la de antes,
ha recuperado en cierto modo la normalidad, todos quieren pasar al otro lado. Y ya, en el inicio del fin de semana, reaparecen las colas. Esta misma tarde ya han podido verse de ciudadanos que esperaban para llegar a Marruecos. Tampoco hay demasiadas protestas porque es mucho lo que se ha esperado y se entiende que los controles son necesarios. Se advierte a la ciudadanía de cuáles son las normas que deben cumplirse: llevar toda la documentación en regla y no pasar ningún tipo de mercancía. Hacer lo contrario no provoca más que retrasos.
Familias con niños pequeños esperaban a pleno sol y en pie en una cola que avanzaba lentamente para llegar a Marruecos. Los vehículos no generan colapsos al funcionar la zona de embolsamiento que los retiene hasta que da paso la Guardia Civil. Unas colas, que según ha podido saber El Faro, se cifran en aproximadamente cuatro horas de espera. También está incidiendo en la generación de colas la caída de la red informática marroquí que se ha producido y que está ralentizando todo el tránsito. Al otro lado de la frontera esperan familiares deseosos del reencuentro tras dos años y dos meses de separación, justificada por los gobiernos de España y Marruecos por "motivos sanitarios". El anhelo de poder abrazar a hijos, hermanos, visitar a familiares fallecidos no entiende de razones. Echan de menos a los suyos y ya no pueden esperar ni un minuto más. Lo peor de esperar la cola es que muchos lograrán pasar, pero otros se tendrán que quedar en suelo español, en caso de que no tengan los permisos en regla para poder volver. Y esto está sucediendo en varias ocasiones, de ahí la insistencia en desplazarse con todos los papeles.
Mientras tanto en el Tarajal se sigue con las
labores de preparación del espacio fronterizo después de haberse completado el
asfaltado. Cada vez
se avanza más en llevar a término la obra, permitiendo la fluidez y seguridad que todos esperan.