Llevamos años reclamando seguridad, medios y guardias civiles para mejorar el servicio en la Aduana del Tarajal. Una reclamación nada caprichosa si analizamos los datos de los últimos acontecimientos vividos en ese punto de especial importancia para brindar la entrada de droga e indeseables en nuestra ciudad. Sin embargo, nuestra petición queda en el baúl de los recuerdos por la incapacidad de los responsables del Ministerio del Interior.
La aprehensión de 664 kilos de droga por componentes de la Compañía Fiscal en el Tarajal saca a la luz la profesionalidad de los guardias civiles que prestan servicio en la misma, porque los medios que disponen son la astucia, la experiencia y el compromiso con los ciudadanos. Tenemos unos extraordinarios guardias civiles, pero las herramientas de trabajo no pueden simplificarse a la destreza de estos buenos profesionales. La Aduana del Tarajal carece de un lugar para examinar los vehículos sospechosos con la rigurosidad que requiere un paso de esa relevancia; tampoco de guías de caninos y animales preparados para detectar estupefacientes y, mucho menos, unas medidas de seguridad que impidan que estos delincuentes puedan huir provocando inseguridad y pánico entre los ciudadanos. Tenemos muy buenos guardias civiles, pero una vergonzosa falta de medios que pone en peligro la seguridad de los usuarios y guardias civiles.
Llevábamos un largo periodo sin grandes aprehensiones de drogas en Ceuta, porque los narcotraficantes apostaron por las narcolanchas para trasladar a la península miles de kilos para minimizar riesgos y costes. Esa nueva forma de traficar con drogas provocó una caída considerable de aprehensiones y detenciones por los agentes de la Compañía Fiscal, porque los intentos de pases desde Ceuta cayeron de forma considerable. Sin embargo, los continuos éxitos de las operaciones contra el narcotráfico en Andalucía, en el entorno de la Operación Cartaya, han provocado el repunte de esta actividad en ambas ciudades autónomas. Los datos sobre aprehensiones de drogas en ambas ciudades y en la propia frontera marroquí certifican lo que venimos denunciando.
La Aduana del Tarajal necesita unas dependencias modernas, seguras y dignas para que nuestros compañeros puedan ejercer sus funciones, porque Ceuta comienza en la Aduana del Tarajal no en el Puerto donde se realiza la mayoría de las detenciones por narcotráfico. Una Aduana que debe dotarse de guías caninos, perros detectores de drogas y mecánicos para evitar que dicha sustancia entre en nuestra ciudad.
Llevamos años reivindicando medios, además de garitas dignas en los controles de accesos del Puerto donde realizamos servicio; pero también que se reconozca el trabajo que realizan los guardias civiles de la Compañía Fiscal. Unos extraordinarios servicios que no se ven recompensados en los actos de entrega de condecoraciones. Medallas que hagan justicia y premien a nuestros compañeros.
Desde AEGC venimos reclamando que las asociaciones profesionales puedan participar en la valoración de los compañeros que son condecorados en la Guardia Civil, porque año tras año muchos compañeros se sienten decepcionados al ver cómo se discrimina a guardias civiles que merecen ser recompensados. La aprehensión de 664 kilos de hachís realizada por los componentes de la Compañía Fiscal en la Aduana del Tarajal es un servicio meritorio por la cantidad de droga y por la profesionalidad que han demostrado nuestros compañeros. Un buen servicio, un servicio más, realizado por unos muy buenos guardias civiles que no pueden quedar en el olvido por realizar el servicio lejos de la Comandancia, por ser simples guardias civiles o no estar destinados en determinadas Unidades.
Este es el sentir de los guardias civiles. Nada se inventa AEGC. Somos simples transmisores de una situación que debe cambiar porque todos somos guardias civiles aunque, a veces, solo lo parece.
Los medios y las medallas se las darán a otros que dada su prepararon y dedicación están más capacitados. Me parto!!! ??????