A pie de perímetro, en el lado español, el debate sigue enredado en las concertinas de la valla que todavía no se han retirado. Ya se han colocado varias cámaras térmicas que aún no operan. Esa es la única novedad después de meses de debates, dudas y propuestas sobre qué hacer en una de las líneas fronterizas más famosas del mundo. De momento las alambradas siguen donde siempre estuvieron, donde el PP, tal y como desvelaría en su visita a Ceuta el ministro de Interior, Grande-Marlaska, confesó que de nada servían ya.
Las inspecciones de la Benemérita con helicóptero muestran montes vacíos
Marruecos es mucho más simple. Su objetivo es seguir avanzando en la fortaleza de su terreno. Empezó en Berrocal, levantando un campamento similar al de Benzú. Continuó colocando más concertinas y sigue convirtiendo en un búnker su asentamiento de Beliones, en donde los vehículos patrulla que le regaló el Gobierno del PSOE recorren los montes. Los todoterreno fueron un ejemplo de la cooperación en la lucha contra la inmigración tanto en 2006 (con una salida pretendida y abortada por Ceuta) como en el pasado 2018. Hoy se muestran en una acción de control que pende de una frágil línea de negociación política entre países.
El helicóptero de la Benemérita peina cada madrugada los montes vecinos, objeto de batidas constantes, comprobando que esa fortaleza construida por el reino alauita ha terminado por erradicar cualquier atisbo de presencia de subsaharianos en campamentos.