Quienes presten servicios de limpieza, mantenimiento, reparación de averías urgentes y vigilancia, así como que presten servicios en materia de recogida, gestión y tratamiento de residuos peligrosos, así como
de residuos sólidos urbanos, peligrosos y no peligrosos, recogida y tratamiento de aguas residuales, actividades de descontaminación y otros servicios de gestión de residuos y transporte y retirada de subproductos o en cualquiera de las entidades pertenecientes al sector público.
Pilar Ortiz, limpiadora de Clece en el Parque Móvil: “No deja de ser una situación complicada y difícil de afrontar para muchos. Especialmente para aquellos con familia que les esperan al llegar a casa después de una dura jornada"
“He trabajado asustada”. Aunque la empresa ha provisionado a todos sus empleados de todo el material necesario, no deja de ser una situación complicada y difícil de afrontar para muchos. Especialmente para aquellos con familia que les esperan al llegar a casa después de una dura jornada.
Pero Pilar solo tiene palabras de agradecimiento tanto para su empresa como para el ambiente de trabajo, en el que se siente muy arropada.
“Me tratan como a una más. Cuando todos se hicieron la prueba del COVID-19, no me dejaron a un lado sino que también me realizaron a mi la prueba”. La concienciación de los trabajadores del parque móvil ha facilitado el trabajo de Pilar, quien ha visto como durante estos meses ha tenido que realizar su labor de todos los días más la desinfección continua de todas las estancias y los alrededores del edificio.
Pero, a pesar de tener que estar en los alrededores del parque móvil, no ha encontrado, como sí se ha hecho en otras zonas de la ciudad, mascarillas y/o guantes tirados por el suelo. Esto es un punto a favor tanto de los trabajadores como de los vecinos de la zona, que han demostrado un civismo con un aprobado alto.
Quienes trabajen en centros, servicios y establecimientos sanitarios, así como a las personas que atiendan mayores, menores, personas dependientes o personas con discapacidad, y las personas que trabajen en empresas, centros de I+D+I y biotecnológicos vinculados al Covid-19, los animalarios a ellos asociados, el mantenimiento de los servicios mínimos de las instalaciones a ellos asociados y las empresas suministradoras de productos necesarios para dicha investigación, y las personas que trabajan en servicios funerarios y otras actividades conexas.
Está claro que este trabajo debe ser vocacional para poder hablar con la pasión y el orgullo con el que lo hacen Iman Enfedal y Victoria López, asistentes a domicilio de Clece
“Damos las gracias a Clece por el apoyo que nos han dado. Nuestra labor es muy dura y es importante tener este apoyo. Desde el principio nos han provisionado con todo el material necesario para que podamos desempeñar nuestra labor sintiéndonos seguras”.
Las asistentes sociales son, como tantos otros, profesionales con poca visibilidad pública. Realizan una labor esencial para con los mayores que se encuentran en situación de soledad y dependencia. Estas profesionales se dedican a realizarles todo tipo de tareas que van desde el cuidado personal a hacerles la compra y acompañarles al médico. Durante el estado de alarma su empeño ha sido mayor que nunca y sus labores han ido más allá: “no sé si debería decirlo pero he llegado a hacer labores que no están entre mis competencias” explica Victoria. “He llamado a enfermería para que vengan y me han dicho que no podían ir a domicilio, teniendo que hacerle yo las curas a esa persona” cuenta Iman. “Y es que no podemos dejar a esas personas sin sus curas, sin sus medicamentos por lo que lo hacemos, además, con gusto y sintiéndonos bien de nuestra labor”.
Está claro que este trabajo debe ser vocacional para poder hablar con la pasión y el orgullo con el que lo hacen Victoria e Iman. “Hemos llorado viendo cómo nos esperaba el usuario en la puerta a primera hora de la mañana sin poder acercarnos porque tenemos que respetar la distancia de seguridad, sabiendo que somos su primera y única visita del día, que vamos a ser su única compañía. Es muy duro”.
Quienes presten servicios de limpieza, mantenimiento, reparación de averías urgentes y vigilancia, así como que presten servicios en materia de recogida, gestión y tratamiento de residuos peligrosos, así como de residuos sólidos urbanos, peligrosos y no peligrosos, recogida y tratamiento de aguas residuales, actividades de descontaminación y otros servicios de gestión de residuos y transporte y retirada de subproductos o en cualquiera de las entidades pertenecientes al sector público.
“Queremos que se reconozca nuestro trabajo. Hacemos una labor muy importante”. Estos trabajadores han estado al pie del cañón empleando todo su empeño en mantener las instalaciones del CETI cada día pero sienten que, desde las administraciones no se les ha reconocido como a otros sectores. “No nos sentimos más que nadie pero sabemos que nuestro trabajo es esencial para que la cadena siga andando”. En este Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes ha habido momentos tensos y, mantenimiento ha tenido que estar sufriendo algunas consecuencias de estas tensiones. “Esto es un reflejo de la sociedad y ha habido de todo. La falta de información por parte de las autoridades, que no es que no quisieran darla sino que no había información suficiente que dar, y el hecho de tener que decir a unas 500 personas que debían quedarse encerradas hasta nuevo aviso, ha sido un palo duro para algunos que no entendían bien la situación. Se produjeron algunos altercados al principio por parte de una minoría pero el CETI supo controlarlo. Adecuamos dos zonas de aislamiento para mantener a esta minoría y los profesionales que aquí se encuentran pusieron todo cuanto estuvo en su mano para ayudarles y se controló muy rápidamente. Por eso decimos que somos una cadena”. Por parte de Clece, también están muy agradecidos por la rapidez con la que ha actuado la empresa cada vez que han necesitado material o recursos para llevar a cabo ciertos trabajos como el arreglo de lavabos o desinfección de material.
Como resumen, cree que esto nos ha cambiado a todos y que, al final, todos están muy concienciados de la situación. Pero se apenan al hablar de cómo les ha afectado en su ambiente de trabajo: “ahora no podemos interactuar igual, no podemos abrazarnos o gastarnos las mismas bromas de antes. Es duro llegar a casa y tener que desinfectarte entero antes de poder saludar a tu familia”.
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