¿Cuántos muertos y heridos hubo? ¿Qué investigaciones se han abierto? ¿Fue un intento instigado por mafias? ¿Hubo violencia desproporcionada? Cuando se cumple un mes de la tragedia de Melilla, analizamos en ocho claves lo ocurrido después del cruce más mortal registrado a la valla entre Marruecos y la ciudad española el pasado 24 de junio.
El salto causó la muerte de 23 inmigrantes, mientras que 77 de sus compañeros y 140 agentes de seguridad y militares marroquíes resultaron heridos, según el saldo oficial anunciado por Marruecos. Seis de los emigrantes lesionados todavía están ingresados en el Hospital Hasani de Nador.
Sin embargo, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la de mayor implantación en su ámbito en el país, elevó el saldo de inmigrantes muertos a 27 casos, mientras que otras organizaciones como Caminando Fronteras reportaron 37 fallecidos.
Las autopsias a los cadáveres de los emigrantes muertos concluyó hace una semana, y sus resultados, que indican la causa de fallecimiento de cada uno de ellos, fueron entregados a la Fiscalía, que no ordenó ninguna investigación judicial en base de esas conclusiones, según informaron fuentes oficiales.
La AMDH había acusado a las autoridades de planear el entierro de las víctimas en el cementerio de Sidi Salem de Nador sin someterlas a la autopsia. Pese a la realización de este procedimiento, la Fiscalía todavía no ha autorizado la inhumación de los cadáveres o su traslado a sus países de origen.
La AMDH y otras ONGs que defienden a los emigrantes denunciaron que los antidisturbios marroquíes utilizaron una fuerza "excesiva" durante su intervención para frenar la intentona de acceder a Melilla y evocan esta violencia como una de las causas de las muertes.
Por su parte, las autoridades acusaron a los emigrantes de emplear una violencia "sin precedentes" contra los servicios de seguridad y de que su "modus operandi" tenía como objetivo derrotar a la guardia fronteriza mediante la violencia. Asimismo, les reprocharon haber provocado estampidas mortales en el paso fronterizo del Barrio Chino, donde ocurrió la tragedia.
La AMDH acusó a las autoridades españolas de devolver en caliente a un total de 100 emigrantes de los que lograron entrar en Melilla, algo que coincide con declaraciones que hicieron varios participantes en el salto.
El ministro español del Interior, Fernando-Grande Marlaska, aseguró en una entrevista reciente que no había habido devoluciones en caliente, mientras que las autoridades marroquíes nunca se han pronunciado sobre este asunto.
El Juzgado de Primera Instancia de Nador condenó el pasado martes a 11 meses de prisión a 33 inmigrantes de los que fueron arrestados el día de la tragedia, mientras que 32 de sus compañeros comparecerán ante la justicia el miércoles que viene por delitos más graves.
Los integrantes del primer grupo fueron condenados por acceder en territorio marroquí de forma ilegal y humillar a agentes de seguridad, entre otros cargos, mientras que el segundo grupo está acusado, entre otras cosas, de formar parte de una red de emigración clandestina y de secuestrar a funcionarios marroquíes.
Las autoridades locales de Nador publicaron una serie de comunicados después del suceso para informar de la evolución del saldo de muertos y heridos, y calificaron a las personas que participaron en la intentona de "migrantes ilegales", sin precisar si entre ellos hay refugiados.
Sin embargo, las asociaciones de derechos humanos aseguraron que la gran mayoría de estos inmigrantes eran refugiados y solicitantes de asilo, y pidieron que se les garantizaran los derechos que les otorga su estatuto.
Según el sumario policial, los emigrantes procesados declararon haber entrado desde Argelia pagando a una mafia basada en ese país y liderada por un traficante maliense, que les garantizó el acceso a Marruecos, el desplazamiento a las fronteras con Melilla y un entrenamiento sobre cómo asaltar la valla de esa urbe española.
Mientras tanto, las organizaciones de derechos humanos, como la AMDH, consideraron que esta versión de los hechos pretende criminalizar a los emigrantes y aseguraron que las personas que participaron en el intento de acceso a Melilla actuaron sin el apoyo de los traficantes.
En la intentona participaron más de 1.500 personas, la mayoría de ellas sudanesas, según informaron fuentes de seguridad, y se vieron obligadas a acelerar su proyecto de entrada en Melilla después del endurecimiento de las redadas policiales contra sus campamentos en los bosques de Gurugú, en la provincia de Nador.
Del total de estas personas, 133 accedieron a Melilla, 23 murieron, 65 fueron detenidas y trasladadas a la Justicia y seis todavía están hospitalizadas en Nador. El resto fueron conducidas por las autoridades a más de 10 ciudades del centro y del sur de Marruecos, y todavía tienen la determinación de volver a Gurugú y de intentar entrar de nuevo a la ciudad española.
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