Ciudadanos ha pulsado el malestar de los vecinos de la barriada de la Estación del Ferrocarril, cansados de una obra que, dicen, no avanza y cuyo proyecto ha sido variado de forma radical respecto del inicial. Javier Varga, diputado de la formación, ha criticado que la del Ferrocarril es una más de las obras que no cumplen plazos ni atienden las necesidades reales de los vecinos.
“Es esa actitud del Gobierno, que supedita los plazos de las obras y su finalización a sus propios intereses. Las obras empiezan no cuando surge la necesidad sino a conveniencia del gobierno, que exige el cumplimiento de los plazos cuando le interesa y cuando no, pues se alargan y eternizan”, ha denunciado Varga.
A pie de barriada, Cs ha criticado no solo esta actuación enmarcada en el Plan de obras, sino también la situación en que se encuentra la de la Estación, a la que ha bautizado como “la obra del Escorial”. “Ya se discute no solo la finalización sino también la finalidad, qué va a ir allí; lleva 15 o 20 años siendo una molestia para los vecinos”, ha criticado.
Varga ha denunciado que proyectos como el de la Estación parecen hechos más bien para “complicar la vida” del vecindario y no para solucionar problemas, después de haberles privado de zonas de aparcamiento o de disponer un carril bici carente de sentido. “Llevan más de año y medio de obra y aun queda por hacer más de la mitad, los vecinos están cansados”, ha expuesto.
Carmen Saborido, una residente en la barriada, ha aportado el testimonio de los vecinos de la barriada, denunciando que el proyecto que se iba a llevar a cabo fue cambiado sin previa consulta o aviso. “No entendemos el cambio de proyecto del plan de obra de la barriada, porque este no lo era y se ha cambiado según los técnicos”.
Entre las quejas enumeran un carril bici que lleva a un jardín que no se puede utilizar, la imposibilidad de los servicios públicos para llegar al bloque número 1 a donde no pueden entrar ni vehículos grandes de Bomberos, ni ambulancias, ni taxis. Han cambiado la zona de ubicación de los contenedores y, lo más grave, “se han perdido más de 200 plazas de aparcamiento”, expone Saborido. “La barriada va a peor desde que se cambió el proyecto, el de ahora no era el que nos enseñaron”, añade, citando además expresamente como han previsto una zona de niños con una carretera al lado.