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Hachuel insiste en la “buena voluntad” entre las partes, porque “sencillamente queremos llegar a un acuerdo que sea satisfactorio para todos”. Habrá campañas de concienciación y la Policía estará más vigilante
El Gobierno tiene todas las opciones en torno al conflicto de la limpieza viaria encima de la mesa. Todo es posible: que Trace continúe explotando el servicio o que lo haga otra empresa, así como que se abra las puertas a una mayor implicación de Tragsa dentro de los límites legales establecidos. Solo hay algo que se tiene claro: Ceuta está más sucia que antes.
El portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, destacó ayer, al término del Consejo de Gobierno, que existe “buena voluntad” por ambas partes y que “nadie quiere hacer daño” en la resolución de este conflicto, “sencillamente queremos llegar a un acuerdo que sea satisfactorio para todos”, expuso. Incidió también en que Trace ha tenido que afrontar el servicio con menos dinero del que tenía la anterior adjudicataria, lo que también ha repercutido en el nivel de limpieza alcanzado, ya que dinero que antes se invertía en esta área se desvió para otras de índole social.
Sobre la mesa se han expuesto ya una serie de medidas que han salido a la luz durante las conversaciones mantenidas entre las partes. Medidas que afectan a la explotación del servicio pero también a la actitud del ciudadano.
“La limpieza... hay que darle una vuelta para que sea más eficaz pero también tenemos que hacer un esfuerzo equivalente la ciudadanía para tratar de ensuciar menos. Haremos campañas de concienciación ciudadana, pondremos más papeleras. También la Policía Local va a hacer un mayor trabajo”, expuso, adelantando el necesario cumplimiento de las ordenanzas y las advertencias de mayor número de sanciones.
Porque esta es una de las líneas de trabajo, hacer que la Policía esté más atenta al cumplimiento de las ordenanzas y sancionar con mayor fuerza los comportamientos incívicos de los ciudadanos.
Las multas son importantes, pero por la razón que sea el ciudadano no tiene el suficiente respeto y sigue habiendo quienes no recogen las heces de sus perros y quienes arrojan residuos en la calle o los depositan en montes y carreteras a pesar de tener contenedores y papeleras.