El Gobierno de Ceuta confía en disponer de al menos cinco naves en el polígono del Tarajal para acoger a inmigrantes adultos que siguen en las calles y en los
asentamientos. De momento hay 278 en dos de estas naves, dedicadas en exclusiva a adultos y familias que han ido acudiendo a este lugar reconvertido en albergue para inmigrantes, un claro ejemplo de la entrada masiva que permitió
Marruecos. Todavía sigue habiendo gran cantidad de menores en este lugar, a pesar de que ya 400 están en Piniers y más de 200 en el pabellón Santa Amelia, a donde fueron trasladados hace unas fechas. Y a estos se suman los que siguen en las calles o en casas particulares. Tal y como han explicado fuentes de la Ciudad Autónoma, de momento hay operativas un par de naves pero el propósito es liberar otras tres más acondicionándolas para que sirvan de centro de referencia para la población adulta que, en su amplia mayoría, ha mostrado su intención de dejar los asentamientos. Los problemas de estos radican no solo en la insalubridad manifiesta que suponen sino en los peligros derivados de su presencia como por ejemplo la generación de incendios, lo que más se teme por las fechas en las que estamos. El objetivo es que, de la mano de la Policía Nacional, Tragsa y Cruz Roja
, se vayan retirando todos los asentamientos para trasladar a los marroquíes a las naves. La entidad humanitaria
Cruz Roja trabaja con la población adulta mientras que Fundación SAMU sigue haciéndose cargo de los menores. Las posibles devoluciones de los primeros y las reagrupaciones de los segundos están congeladas, a pesar de que el propósito hecho público por la administración central pasa por ambas salidas, bloqueadas por Marruecos. La vida mientras tanto entre las naves intenta asemejarse a la de un gran poblado de inmigrantes surtiéndose de los recursos ofrecidos por las instituciones para atender esta situación sobrevenida.