La Ciudad prepara un plan de choque para la retirada de los
vehículos abandonados que hay en las calles de Ceuta, un problema que deriva en otros como es el desguace en la vía pública de esos coches o la quema, amén de la crispación social. El
PSOE ha
interpelado sobre esta situación, recogiendo las quejas de los residentes en la ciudad por la cantidad de coches abandonados que hay. El responsable de Medio Ambiente, Yamal Dris, ha insistido en las dificultades derivadas de este proceso, ya que cuando hay un coche abandonado se tiene que localizar primero al propietario y de ser extranjeros, el trámite se extiende aún más en el tiempo. Además antes de la destrucción o retirada del vehículo en cuestión hay que publicar la relación de las unidades en el boletín para que se sepa si se trata de alguna pieza robada. Dris ha respondido al PSOE en la sesión de interpelación al Gobierno, concretando que hay hasta tres consejerías distintas interviniendo en estos trámites, pero se tiene que seguir la ley y por tanto todo el proceso se alarga varios meses. La Policía Local tiene que identificar el coche abandonado, elaborar un acta y se tiene que intentar dar un parte al dueño.
El problema de las quemas: más de 110 coches calcinados este año
En cuanto a las incidencias derivadas de las quemas de estos coches, en 2019 fueron calcinados en Ceuta hasta 136, que pasaron a 141 en 2020 para llegar a los 110 que hasta el momento constan de 2021, aunque esta estadística no está actualizada. Ceuta se enfrenta a la problemática de la denominada cultura del fuego, derivada de esa cadena de actos vandálicos vinculados directamente a la existencia de todo tipo de vehículos abandonados, algunos ya habiendo perdido parte de sus piezas porque son desguazados en la calle por los ‘mecánicos ambulantes’. Una problemática que antes era más evidente con la apertura de fronteras porque se trasladaban esas piezas a Marruecos.