El
Gobierno de Ceuta ha solicitado que el Ejército pueda colaborar para mantener el orden en zonas complejas como el pabellón de La Libertad. Una petición que, no obstante, ha sido rechazada por la
Delegación del Gobierno, sobre cuyo posicionamiento ha deslizado un sentir crítico el portavoz del Ejecutivo, Alberto Gaitán. “Se trata de un asunto que corresponde a la Administración General del Estado porque es un asunto relacionado con la inmigración y por una cuestión de orden público, deberían hacerse cargo los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”, ha explicado Gaitán en su comparecencia diaria ante los medios por vía telemática. El portavoz ha aportado también cifras: en el ‘Santa Amelia’ hay 114 menores extranjeros no tutelados por la Ciudad. En ‘La Libertad 139’, todos adultos. “Anoche se hizo un refuerzo de vigilancia privada hasta que se establezca el plan de actuación por parte de la Delegación del Gobierno”, ha reseñado Gaitán. El problema es que la administración de la plaza de los Reyes no responde al requisito y en el pabellón deportivo siguen estando personas que deberían, por ley, tener su espacio en el CETI, a cuyos internos se les ha ido comunicando las medidas que deben cumplir después de registrarse un positivo entre las personas que allí residen. Además desde la Delegación tampoco se ha aportado el dato de cuántos de esos 139 internos son inmigrantes, razón que le está sirviendo de excusa para no intervenir y trasladarlos al CETI con los demás inmigrantes, algunos de ellos marroquíes que, por cierto, están en huelga de hambre. La situación tensa entre ambas administraciones por
esta situación es clara y quienes la sufren directamente son aparte de los transfronterizos y colectivos vulnerables, los propios vecinos del pabellón y las fuerzas de seguridad obligadas a realizar refuerzos en la zona para evitar la generación de algaradas y mayores tensiones.