El Ministerio de Sanidad, por el momento, no se plantea que el pasaporte COVID sirva como salvoconducto también para la entrada en locales como bares y restaurantes. El mensaje de Carolina Darias a las comunidades el pasado viernes fue que el certificado digital de vacunación de la UE solo debe ser utilizado para el uso para el que fue concebido, o sea el de facilitar la movilidad entre países. Sin embargo, muchas como Canarias y Galicia ya lo exigen, mientras que otras como Andalucía y la Comunidad Valenciana se lo plantean muy seriamente.
En Ceuta por el momento “se está valorando” y el Gobierno de Juan Vivas está “pendiente de la información que se vaya aportando por parte del Ministerio”. “La Ciudad opina que debe ser una decisión consensuada entre todos como toda la estrategia de lucha contra la pandemia”, explican desde el gabinete de prensa.
Al principio, desde el Ejecutivo local eran reacios a implantar esta medida porque se estaba al comienzo del proceso de vacunación. No obstante, ahora que un 70 por ciento de la población ceutí cuenta con una dosis y más del 50 por ciento con la pauta completa, así como hay personas inmunizadas al haber pasado la COVID-19, no descarta esta medida del certificado.
El tener que presentar este pasaporte COVID a la hora de acudir a un restaurante, un bar o un pub podría ser un elemento que ayudase a controlar la pandemia y una especie de aliciente o motivación para aquellas personas que aún, pese al llamamiento de las autoridades, no estén vacunadas.
“Por lo tanto, seguimos pendientes de que el Consejo Interterritorial se aporten ventajas e inconvenientes sobre el Certificado COVID y comparar con la experiencia que, al respecto, se haya dado en otros países”, apuntan desde la Ciudad.
Sea como fuere, la exigencia del pasaporte es una medida que ya han puesto en marcha algunas comunidades como Canarias y Galicia, que piden ese documento para entrar en pub o discotecas, y que se plantean otras autonomías, entre ellas Ceuta, después de que varios estados europeos hayan anunciado que tiene intención de utilizar el certificado de inmunidad (ya sea por vacunación como por enfermedad) para cribar clientes en la puerta de entrada de cualquier espacio público, sobre todo cerrado.
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