Al
gobierno autonómico el modelo de gestión del
servicio de autobuses no es una cosa que le preocupe en estos momentos. Entiende el Ejecutivo presidido por
Juan Vivas que antes se debe hablar del mantenimiento de la propia empresa, de la modernización de la flota o de mejorar la atención a los ciudadanos. En declaraciones a medio de comunicación, el mismo jefe del Ejecutivo ha llegado a señalar que “ha sido un servicio extremadamente castigado por las dos crisis, tanto por la de la frontera como por la del coronavirus. Creemos que ello no lo debe soportar ni los usuarios de un servicio tan esencial ni los trabajadores del mismo. También es legítima la posición de la empresa para que desde la administración se mantenga el equilibrio económico financiero de un servicio tan importante. Tenemos que atender la situación de emergencia y la estamos atendiendo”.
Y es que tiene razón el presidente Vivas cuando señala estas cuestiones, porque
la crisis del COVID afectó a la empresa adjudicataria del servicio desde el primer minuto, el primero de los conflictos fue el mes y medio de confinamiento que hizo que las pérdidas se fueran haciendo insoportables. Pero tampoco se puede olvidar que la propia crisis de la frontera fue la primera de la puntilla que recibieron. En las propias cuentas que la empresa presentó en distintas ocasiones se manifestó que la línea 1 que es la que actúa desde la frontera al centro y viceversa supone el 50% de los ingresos. Con las dificultades que ponían las autoridades marroquíes desde mediados de 2019 ya comenzaron a perder dinero en esta línea y con el cierre de la frontera que aún continúa es imposible la mejora en la mencionada recaudación. Por esta razón el mismo presidente Vivas defiende que todo este trabajo que se está realizando no basta en absoluto sino que se tiene que ser más prioritarios porque con ello “no basta porque debemos aspirar a mejorar el servicio. El método de gestión entiendo que es lo menos preocupante en estos momentos. La prioridad es atender la situación de emergencia y, luego, que elaboremos, con el asesoramiento técnico que se precise, un proyecto de futuro para el servicio que contemple las rutas, las características de la flota, la posibilidad de incorporar nuevas tecnologías…un proyecto de mejora del servicio para equipararlo a la calidad que tiene en otras ciudades. Una vez que se conozca el claro proyecto de futuro, entonces, analizar cual es la fórmula de gestión que conviene”.
Muy claras las verdaderas prioridades
El presidente Vivas tiene muy claras cuales son las verdaderas prioridades en el tema del servicio de autobuses y la del modelo de gestión no es la primera, sino la última y es más importante el tema de la mejora del servicio.
Un contrato para dos años
La empresa de autobuses firmó recientemente con la Ciudad un contrato de dos años para legalizar de alguna manera la prestación del servicio porque desde el verano de 2019 se encontraban sin ningún tipo de relación contractual con el Ayuntamiento y eso fue lo que hizo que durante los primeros meses de la pandemia no se pudiera efectuar ningún tipo de prestación económica desde las arcas de la Ciudad Autónoma. En el último expediente de modificación de crédito aprobada por todos los partidos que conforman la Asamblea autonómica se mantiene que existe una partida superior a los cuatrocientos mil euros para hacer frente a las pérdidas que durante este tiempo tuvo la empresa. Tengamos en cuenta que desde el pasado mes de marzo existe un tercio en la plantilla que se encuentra con un ERTE porque ni hay trabajo ni existen fondos para mantener a la totalidad de los trabajadores que tenían antes de la plantilla. En estos meses existieron algunos momentos de retraso en el cobro de las nóminas y durante este mes de diciembre la polémica se abrió con el cobro de la extraordinario y con el anuncio por parte de los trabajadores de la convocatoria de un paro para después de las fiestas navideñas. El propio sindicato de CCOO, que es el mayoritario dentro de la empresa, solicitó la municipalización.