La familia desalojada de una casa ubicada en la calle Fernández de Ceuta se ha convertido en la auténtica perjudicada de esta situación que cada día que pasa se hace aún mas insostenible.
A pesar de ciertas informaciones que apuntaban a que la Ciudad ya había ordenado el derribo de la vivienda no es para nada cierto. La familia entiende que es otra medida de presión para que acepten que ese sea el final.
Este periódico ha accedido a hablar con la representación letrada de la familia que ha asegurado a este periódico que van a luchar hasta el final por su vivienda y para que esta no sea derribada.
La Ciudad ha ordenado un informe pericial y otro de un arquitecto sobre el estado de la casa, algo que está provocando un sufrimiento importante en lo económico para una familia humilde.
En lo que se refiere al informe presentado por los peritos del Ejecutivo local, estos han declarado que “en el edificio se observan lesiones importantes en forma de grietas y fisuras de carácter relevantes como indicios evidentes de la existencia de patologías estructurales que comprometen la estabilidad del conjunto, pudiendo producirse el colapso estructural no estando garantizada su durabilidad a futuro”.
Además han detallado que existen patologías previas que “afectan a los muros de cerramiento y de carga, siendo muy significativas las grietas observadas en los paños”, concretan.
La situación de los revestimientos y de los acabados en parte de la edificación es de casi “total desaparición”, circunstancia que incide directamente en las condiciones de habitabilidad que pudiese tener la construcción.
Por eso, los arquitectos de la Ciudad estiman que para garantizar las condiciones mínimas de seguridad estructural y salubridad se precisa ejecutar “obras que afectan al inmueble”, motivadas principalmente “por el estado deficiente de los muros de carga, donde se manifiestan patologías estructurales de gran relevancia que podrían implicar la estabilización, la consolidación, reparación e incluso la reconstrucción de los muros de cerramiento y de carga, además de otras obras relativas a la salubridad en el resto de los elementos que configuran la envolvente del edificio como sería la ejecución del saneado y reposición de los revestimientos, acabados e impermeabilización de la cubierta”.
Detallan que en cualquier caso se deberá atender a la ejecución de las medidas cautelares vía presentación de informe técnico con carácter “inmediato y urgente”.
Ahora será el turno de los peritos de los propietarios de la vivienda para dictaminar cuál es su situación.