La
Ciudad Autónoma de Ceuta va a intentar por segunda vez externalizar la acogida integral en cualquier punto del territorio nacional de parte de los
menores migrantes solos que tutela, actualmente cerca de 300 entre
La Esperanza, Piniers y otros recursos. Con ese objetivo mantendrá abierto hasta el 20 de diciembre el plazo de presentación de ofertas al concurso que ha convocado para adjudicar ese servicio para un total de 100 niños en cinco lotes de 20 cada uno con un presupuesto de partida de 77,2 euros por plaza ocupada y día. La administración autonómica ya lo intentó en 2019 con una dotación algo superior (79,1 euros) y la Fundación SAMU fue la única licitadora que se presentó, pero el procedimiento acabó quedando desierto. Los nuevos pliegos establecen como criterios de adjudicación la mejor oferta económica (que pesará 49 puntos sobre 100), la memoria técnica que aporten las interesadas en hacerse con la adjudicación (39), la existencia de un plan de igualdad (8) y que se cuente o no con personas con dificultades para su inserción laboral en la plantilla dedicada a la ejecución del contrato (4).
El plazo de vigencia del contrato será de dos años prorrogable anualmente hasta un máximo de cuatro a cambio de hasta 11,1 millones de euros. Su licitación se plantea “ante la inexcusable obligación de proporcionar atención a estos menores por imperativo legal y de velar por su interés superior garantizando el adecuado ejercicio de su guarda”. Con ese principio como guía se ve “imprescindible” ampliar “con carácter inmediato” la capacidad del sistema de protección para “atender adecuadamente a los menores que actualmente se encuentran en los dispositivos de urgencia así como a todos aquellos que continúen llegando a Ceuta en el número que sean, disponiendo de espacios e instalaciones adecuados para alojar decorosamente a los
menores que están llegando continuamente y solventar de manera inmediata su acogida” a la espera de la construcción del centro que se financiará con fondos europeos. Los adjudicatarios deberán realizar “una asistencia y tratamiento especializado a los menores” que incluirá “las atenciones de alojamiento, alimentación, vestuario, sanitarias (incluido el acompañamiento y cuidados en periodos en que tuvieran que estar hospitalizados), sociales, de formación, aprendizaje y psicopedagógicas que sean necesarias para el desarrollo integral del mismo, todo ello en un entorno seguro análogo al hogar familiar posibilitando su integración social y laboral y adaptación psicosocial”.