La llegada masiva de las algas invasoras a nuestras costas cada temporada estival, un problema que afecta a los fondos mediterráneos y
del que Ceuta no ha conseguido librarse en los últimos años, ha llevado a la Ciudad a adoptar una decisión para gestionar los cientos de toneladas de esta especie que cada año obliga a destinar recursos para retirarlas de las playas.
Los técnicos de la Ciudad están estudiando la posibilidad de convertir a esta incómoda especie invasora en compostaje que pueda servir de abono para las zonas verdes de nuestra ciudad. Para ello, ya han comenzado las primeras pruebas encaminadas a trasformar este problema en un producto de utilidad. “Se está mezclando con tierra, en distintos porcentajes, para comprobar si es posible que esta mezcla pueda ser empleada como abono”, explica Yamal Dris, consejero de Servicios Urbanos y Patrimonio Natural.
Aunque los primeros años, los restos de algas se almacenaban y tras su secado eran desechados, tras comprobar que a las costas siguen llegando ingentes cantidades de estas algas, la Ciudad ha optado por obtener alguna utilidad de las mismas. “Las primeras algas que se recogieron se tiraban porque no pensamos que iba a ser una cantidad tan elevada la que llegara a las playas, pero a partir de que se comprobó que esto iba a más se ha ido secando para buscar una funcionalidad”, concreta Dris.
La cantidad de algas que sigue apareciendo en las costas ceutíes es similar a años anteriores, aunque Dris recuerda que la cifra está estrechamente relacionada con “los días de levante, cuantos más haya, más algas llegan”. Sin embargo, las playas afectadas son las mismas que en años anteriores. Aunque la zona más perjudicada sigue siendo Calamocarro, tras ella le siguen Benítez, Benzú, Tarajal y Almadraba, donde a diario los equipos que trabajan en la retirada de las algas invasoras suelen recoger alrededor de 30 metros cúbicos de estos organismos.
“No hay otra forma de atajarla porque es un problema que afecta a todo el Mediterráneo y lo único que podemos hacer es continuar empleando los mismos métodos de recogida que en años anteriores”, matiza Dris.
El consejero confía en que los estudios lancen una solución al problema que ha afectado seriamente las costas ceutíes en los últimos años. Se muestra optimista, además, en el caso de que el proyecto del compostaje no llegara a ser una realidad “buscarle otra utilidad a estas algas”.
De momento, las pruebas continúan hasta conocer qué rendimiento obtener de esta marea ‘invasora’ que año tras año ‘ataca’ las costas ceutíes.