El Ejecutivo de Ceuta que preside Juan Vivas está estudiando “desde el punto de vista urbanístico y medioambiental” la propuesta “privada” que ha recibido para poner en marcha una planta de reciclaje de residuos en la ciudad. La administración local “no se plantea” actualmente impulsar una iniciativa parecida de carácter público, según las fuentes gubernamentales consultadas.
El presidente incluyó entre sus prioridades para los primeros meses de la presente legislatura “la aprobación del proyecto para el traslado y sustitución de la actual planta para el tratamiento de residuos por otra en la que la mayor parte de ellos sea objeto de reciclaje y reutilización, lo que supondría, por una parte, reducir de manera drástica el transporte a la península y, por otra, aumentar el empleo local asociado al funcionamiento de la misma”.
Lejos de avanzar de forma decidida por ese camino, el Gobierno de la Ciudad aprobó a finales de marzo un gasto plurianual de 28,2 millones de euros para sacar a concurso y adjudicar hasta finales de 2028 la gestión de la planta del monte Hacho. El coste presupuestado para el contrato se eleva a 6,5 millones de euros por ejercicio natural.
“Lo ideal será avanzar hacia un modelo que incremente todo lo posible el reciclaje y la reutilización, pero ahora mismo desde la administración no se plantea impulsar una planta nueva, pero en la Consejería de Medio Ambiente ya se está estudiando desde el punto de vista urbanístico y medioambiental una propuesta privada para poner en marcha una infraestructura de tratamiento integral de residuos”, han indicado desde el Ejecutivo local.
Durante los últimos años dos han sido las ideas que se han barajado públicamente en esa misma línea. Ecoceuta-Urbaser se interesó por terrenos portuarios que al final fueron cedidos al servicio de limpieza pública viaria para poner en funcionamiento una planta de reciclaje de 24.000 metros cuadrados que, según barajó, podría generar hasta 240 empleos directos e indirectos.
Por otro lado, el Grupo Makerel lleva años desarrollando un proyecto para dedicar 200.000 metros de superficie para el tratamiento de inertes, el compostaje de desechos vegetales, la clasificación de residuos sólidos urbanos...
Entre los objetivos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que entró en vigor en enero está “resolver los problemas relacionados con la gestión y la eliminación de residuos, dotándose de puntos limpios e impulsando el funciona- miento de la planta de tratamiento de residuos”.