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Las autoridades estiman esporádica su incidencia y sin relación con la arena, como en la sarna.
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El impétigo se coge por contacto con "tierra de campo" y otros niños.
La desconfianza acerca de la salubridad de las zonas de baño sobrevuela cada verano las playas de Ceuta, ya sea por una sospecha fundada en razones empíricas o en vana palabrería. Esta temporada han vuelto los casos de sarna y otras afecciones cutáneas que se han cebado con menores de edad, presuntamente, en contacto con arena donde habitan microorganismos dañinos. Tras los casos que han salido a la opinión pública desde julio, la Consejería de Sanidad y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) descartan la declaración de una alerta sanitaria por brote de estas enfermedades ya que son considerados esporádicos.
Las autoridades sanitarias tranquilizaron a la población y, en el caso de la Ciudad Autónoma, garantizó a la ciudadanía que puede acudir a las playas sin temor a contagio, aunque recordó que hay que cumplir con unas condiciones higiénicas que para nada exceden de las exigibles en cualquier espacio público de estas características. Una recomendación que también reiteró el servicio de Ingesa.
En el caso de la sarna, Atención Primaria negó tajantemente que pueda contraerse a través de la arena y aclaró que su transmisión se produce por contacto directo –por ejemplo, entre padres e hijos que han dormido juntos– o bien porque se ha arropado al menor con una sábana donde alguien con sarna ha estado previamente. La sarna animal, precisaron desde Ingesa, no se transmite a las personas. Los servicios sanitarios de Atención Primaria diagnosticaron tres casos de sarna el pasado julio, los días 4, 7 y 10, en pacientes de poco más de 30 años, siete años y uno de un año.
El impétigo –infección cutánea que se presenta con mayor frecuencia en niños en forma de ampollas en rostro y flexuras– se transmite por contacto con otros niños, con juguetes que hayan tenido un roce prolongado con quien lo padece y por manipular tierra de campo, según informó Ingesa. Aunque la institución tampoco pudo aportar datos sobre su incidencia, aseguró que esta dolencia se trata con un antibiótico local y no entraña mayores complicaciones.
El impétigo se coge por contacto con tierra y otros niños
Ingesa explicó que el contagio por impétigo, una infección en la piel causada por bacterias que afecta especialmente a menores de edad, se produce por contacto entre niños o con “tierra de campo”. En primavera-verano, señaló Primaria, es cuando se dan más casos coincidiendo con mayor actividad de los niños en parques o lugares donde hay, por ejemplo, arriates. Ingesa no entró a valorar si la arena de la playa contiene tierra pero dijo que, en principio, no tiene por qué tener esa bacteria.