La controversia que han traído las cabras que se han visto últimamente vagando por Ceuta sin ningún tipo de vigilancia ha llegado a la Ciudad Autónoma que, a través del BOCCE, se encuentra buscando a su dueño para que acredite que están en buen estado de salud.
Según reza el documento, esta medida se toma “tras numerosas quejas de vecinos y boletines de denuncia de la Policía Local y el SEPRONA” que han levantado acta de la presencia de ganado de producción presuntamente ilegal (cabras, ovejas, gallos, gallinas y conejos) “que deambulan sueltos por diferentes parajes de la ciudad”.
Asimismo, la información continúa expresando que este ganado se encuentra “sin vigilancia, sin ningún método de identificación y sin control higiénico sanitario alguno” y que está “provocando problemas de salud pública y salud animal, al miccionar y defecar en la vía pública, siendo portadores de múltiples enfermedades que pueden ocasionar graves consecuencias a los ganaderos oficiales y legales”.
En este sentido, también se da a conocer los diferentes lugares por los que se le ha visto transitando, siendo estos Miramar Bajo, lateral del Monte que da a la barriada el Sarchal, Huerta del Molino, además de varias zonas de la ciudad.
Debido a todas estas quejas, la Ciudad Autónoma ha procedida a la apertura de un período de información previa, de 20 días hábiles, “al objeto de identificar a los propietarios de los animales descritos en los antecedentes de hecho, que deambulan sueltos sin persona física que los acompañe en la vía pública”.
Para acreditar esta pertenencia, el Gobierno Local solicita que los dueños presenten “como mínimo” la siguiente documentación: autorización de sanidad animal o informe favorable y cualquier documentación sanitaria que acredite el estado de los animales.
Estas cabras son bien conocidas en la ciudad ya que son muchos los vecinos que han llamado al 112, teléfono único de Emergencias, para dar conocimiento de dónde se encontraban. Estos se remiten a la Guardia Civil pero también a trace, porque dejan suciedad allá donde van.
Asimismo, estos animales también suben a los vehículos estacionados y frecuentan portales y zonas buscando dormir, beber agua o comer.
En referencia a esta cuestión, la asociación Daubma ha criticado que el Gobierno local no tome cartas en el asunto debido a que estos animales se comen “las plantas de los jardines y los plantones de los árboles plantados por miembros y voluntarios de asociaciones medioambientales de la ciudad.
“Esto es una doble vara de medir” para con los ganaderos que cumplen con sus obligaciones, “entre ellas el tener a sus animales controlados cuando están en el campo y encerrados, y alimentados con piensos, lo cual les puede suponer 600 euros en gastos de manutención”, indican desde la entidad, “mientras los demás siguen produciendo problemas de seguridad y daños”.
Por esta razón, indican que el Gobierno “está haciendo un lapso cumplimiento de todas y cada una de las ordenanzas municipales en todos los campos” y esperan que este rectifique y tome “cartas en el asunto”, para la buena convivencia.
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